jueves, 17 de enero de 2013

KARMA - INTRODUCCION

El Karma, la ley Universal de Acción y Reacción ... cuantas veces hemos escuchado hablar de este tema, en su mayoría algo vago y siempre quedan cosas al aire ... navegando por la Web encontré este tratado del Dr. Tan Kheng Khoo, que en mi opinión resume de manera CLARA esta Ley Universal.

Este será el primer post sobre este interesante tema, cualquier duda o sugerencia sobre el tema no duden en escribir.

Bendiciones!

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La Ley Universal del Karma
Yo soy el dueño de mi karma.
He heredado mi karma.
He nacido de mi karma.
Estoy relacionado a mi karma.
Vivo ayudado por mi karma.
Cualquier karma que produzca, ya sea bueno o malo, ese es el que debo
heredar”.
El Buda, Anguttara Nikaya V.57 - Upajjhatthana Sutta

Nuestras acciones todavía viajan con nosotros desde lejos, y lo que hemos
sido nos hace lo que somos. 
George Elliot


Hay muchas leyes universales, que están por encima de las leyes de cualquier país. Para citar algunas, está la ley de la gravedad, la electricidad, las fuerzas planetarias interestelares, el tiempo, y la tierra girando en su propio eje. También hay leyes de “como los padres, así son los hijos” y “como arriba es abajo”. Hay muchas más leyes innumerables, que actúan y controlan el universo completo incluyéndonos. Esas son las leyes que ningún país o leyes internacionales o dictador pueden anular o erradicar. Las leyes más importantes para nosotros aquí son las del Karma y la Reencarnación.

Para cada ley universal hay una razón para ella. Por ejemplo, la ley de la gravedad está ahí para prevenir que nos desprendamos o separemos de la tierra.


DEFINICIÓN DEL KARMA

¿Qué es el Karma? El Karma es la palabra sánscrita para ‘acción’. Es equivalente a la ley de Newton de ‘que cada acción debe tener una reacción’. Cuando pensamos, hablamos o actuamos, iniciamos una fuerza que reaccionará en acuerdo. Esta fuerza que regresa o devuelve se puede modificar, cambiar o suspender, pero la mayoría de las personas no serán capaces de erradicarla. Esta ley de causa y efecto no es castigo, sino que es totalmente para el bien de la educación y el aprendizaje. Una persona no puede escapar las consecuencias de sus
acciones, sino que sufrirá solamente si ella misma ha hecho que las condiciones maduren para su sufrimiento. Si ella continuara actuando en tal forma que la retribución no podría surgir, porque las condiciones no son apropiadas, entonces puede que se posponga el resultado de su karma. Si la persona puede suspenderlo hasta que esté en el mundo espiritual, entonces puede trabajar en ese karma en particular en este intermedio entre la muerte y la próxima vida. O puede que espere hasta la otra vida en la cual está más desarrollada y pueda buscar mejor el valor educacional de esta retribución. A la inversa, su vida podría ser tan vaga que las bendiciones causadas por ella no pueden fructificar hasta más tarde en una vida posterior. Todo esto cae en la categoría de posponer del karma a un período o vida más propicia.

¿EL KARMA EVITA LA CASUALIDAD?


Algunos autores piensan que no hay lugar para la casualidad en la Ley del Karma. Ellos piensan que la oportunidad no puede jugar ninguna parte en el desarrollo del Karma. ¿Qué acerca de los incidentes y sucesos que son no-kármicos en origen? ¿Ellos ocurren? Edgar Cayce cree ciertamente que ellos ocurren. Muchos casos se le han traído a él y el ha determinado ser no-kármicos en origen. Algunos de ellos son debidos al hecho de que un individuo quería aprender una lección, digamos en inanición. Él después preguntó por una vida en la que había muerto de hambre o inanición. Como nosotros estamos aprendiendo y viviendo con otras personas, el desarrollo de su karma puede que accidentalmente nos involucre en una forma pasiva. Sin embargo, los puristas dirían que incluso aquí hay algún enlace al pasado distante. ¿Y qué acerca del karma nacional, que nos involucra, aunque no hayamos errado o no nos hayamos equivocado? La razón aquí es que somos miembros de un grupo, almas compañeras, y por lo tanto ‘vivimos juntos y nos equivocamos juntos’. El alma gemela que permanece junta y perpetúa ciertas actividades negativas junto con las demás, se encontrará finalmente naciendo en la misma nación. Puede que no haya un 100% de compromiso en todos esos ciudadanos, pero con su silencio ellos dan el consentimiento tácitamente. A pesar del accidente ocasional debido a las asociaciones de las almas compañeras, todo en todo el karma juega con certeza un papel predominante en los eventos mayores de nuestras vidas. Si los accidentes forman la mayor parte de las causas de los sucesos, entonces el karma no puede funcionar como una ley. Así que los puristas tienen un punto aquí. Una coincidencia verdadera hace de la ley del karma una burla.



¿COMO SE CAUSA EL KARMA?


De todos los seres sintientes, nosotros los humanos somos los únicos que poseemos la auto-consciencia. Eso significa que comenzamos a preguntar: ¿quién soy yo? ¿Desde aquí a dónde voy? Entonces comenzamos a comprender lo correcto de lo incorrecto para el establecimiento del ‘yo’ y el egoísmo. Por tener libre albedrío podemos llegar a ser egoístas. Si todo fuera destinado, entonces seriamos robots sin responsabilidad. Este es problema. Con el karma como la ley que nos guía, debemos ser totalmente responsables de nuestras acciones. Eso significa que tenemos que sufrir las consecuencias de nuestros pensamientos, palabras y acciones, ya sean sanos o insanos.


Los humanos auto-conscientes son ahora capaces de tener conceptos con los cuales pueden planear su futuro en el lado material de las cosas. Planear significa intención. Y es la intención la que cuenta para la mayor parte de la producción de karma. Si la intención de uno fuera saludable, entonces el karma producido sería bueno aunque el resultado sea negativo. Si la intención fuera mala o diabólica, entonces el karma producido sería malo, aunque el resultado sea beneficioso.

El próximo punto a considerar es que no cada acción produce karma o es karma-productiva. Por ejemplo, uno sabe que la copa contiene veneno, y si uno cree que va a tener suerte y ese veneno no le va a afectar, entonces uno se toma el veneno. El resultado será fatal. Esto no es karma; es estupidez. Similarmente, pensar que el destino de uno es tan bueno y poderoso y salta de un tercer piso de un edificio. La gravedad lo matará. Esas reacciones químicas (del veneno) y la gravedad, que dan resultados inmediatos, no son de naturaleza kármica. El karma usualmente toma lugar por ninguna razón aparente, porque la causa puede que se haya originado en vidas previas. No podemos recordar la conexión. Por supuesto en este mundo veloz, el karma nos regresa muy rápido. Por ejemplo, un joven que comienza a acumular sus millones a través de giros y tratos con métodos desagradables, devino multimillonario cuando llegó a los cincuenta años de edad. Pero el cambio y agitación de la moneda en su región le devastó completamente en seis meses. Este es su karma regresando como un bumerán. Terminó en bancarrota y pudo haber ido hasta la cárcel por sus negocios ilegales. Por supuesto, si su karma se llevara a la próxima vida, él lo consideraría como mala suerte durante su vida, porque no ve la conexión.

Ahora, resumiendo, tenemos libre albedrío, tenemos intención y debemos ser responsables por nuestros pensamientos, palabras y acciones. El principio fundamental y básico es simple—cualquier cosa que hacemos por nuestro beneficio y dañando a otros produce mal karma. Cualquier cosa que hacemos para el beneficio de los demás, generará buen karma. Por lo tanto, cualquier pensamiento que sea desfavorable para los demás, debe ser evitado. Cualquier palabra que sea en detrimento de los demás, no debe ser pronunciada. Cualquier acción que nos beneficie y dañe a los demás, nunca debe ser contemplada, ni promulgada Lo anterior son principios en referencia a las acciones (los pensamientos y las palabras son tomados aquí como acciones). Lo próximo a considerar es el deseo y el apego. El rencor, el egoísmo y el orgullo también producen karma. El Buda dijo que el deseo es la causa de sufrimiento. Él elaboró que en el deseo guía al deseo y el aferramiento al apego. Todas estas características que producen karma, todas ellas terminan no sólo en sufrimiento sino en renacimiento, que es mucho peor. Cuando simplemente disfrutamos de los objetos sensuales y no hay apego involucrado, el karma no se produce. Sin embargo, después de disfrutar el objeto, un apego o aferramiento resulta en esto que es una carga con karma. Esto significa que podemos disfrutar las cosas pero no anhelarlas después. Uno puede desear o antojarse de cosas físicas tanto como por objetos mentales y emocionales. El anhelo, el agarre y el apego son todas semillas para una producción de karma. Los conceptos son igualmente peligrosos.

El deseo y el anhelo por objetos sensuales: de los seis objetos sensoriales, el sexo el más atractivo. Siendo la fuerza detrás del sistema reproductivo, debe ser fuerte y poderoso para que los humanos perpetúen la raza humana. Si no hay placer en el sexo, la raza humana se extinguiría inmediatamente. El próximo objeto es la comida y el vino. Esos deseos son aceptados por nuestras costumbres sociales, y por lo tanto si alguien se fuera a gratificar en ellos, esta aceptado. Sin embargo, junto con las drogas y los cigarros, esos se consumen en proporciones adictivas. Estos objetos per se, no producen karma. Uno puede devenir obeso, alcohólico o drogadicto, pero por si mismos no producen karma. Es el anhelo/deseo y el apego el que produce el karma.

La reacción emocional y los pensamientos: las reacciones emocionales a los seis objetos sensoriales como lo dicho anteriormente, al primer contacto son: placer, displacer o neutral. Con placer, el aferramiento y apego surgirán como memorias emocionales. Estos a su vez guiarán al anhelo y añoro constante, y esto guiaría a la producción de karma. Similarmente con el displacer, la antipatía y el resentimiento también producirán karma. En otras palabras, estas reacciones emocionales se consolidarían como memorias emocionales. Cuando estos últimos se fijan como pensamientos negativos y positivos con deseo y antipatía emocional, ellos generarán karma aunque nada se haga acerca de eso. Similarmente, con otros pensamientos y conceptos, esos también producirán karma cuando esas intenciones son preludio para la palabra o la acción. Así que los pensamientos, la palabra y la acción generarán karma negativo si la intención es consolidar el ‘yo’. Por lo contrario, generará buen karma, si los pensamientos, palabras y acciones son por el bien de los demás. Si esas acciones son solamente frases que pasan, entonces es muy difícil que cualquier karma se produzca. Sin embargo, si esas ‘acciones’ se fijan y los apegos son fuertes, entonces con seguridad el karma se producirá.

No todas las ‘acciones’ producen karma. Millones de cosas que pensamos decimos o actuamos son neutrales. Estas son las tareas diarias como comer nuestra comida, defecar y tomar un baño. Mirar televisión, leer y hacer ejercicios son karmas neutrales. Todas esas actividades no son para agrandar el ‘yo’ o para dañar a otros. Se hacen simplemente para mantenernos vivos.




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