sábado, 18 de octubre de 2008

EL NIÑO LEO

¿Te acuerdas de aquel juego que solías jugar de niño, que se llamaba "sigamos al líder"? ¿Recuerdas a aquel pequeño que se enfurruñaba cada vez que no conseguía ser el líder?

Si era el mismo chico que te prestaba dinero para comprar golosinas cuando tú ya te habías gastado el tuyo, entonces es seguro que había un Leo en tu pandilla de barrio.

LA MUJER LEO

Es un honor verme, y un favor oírme:
Es un gran privilegio cenar y tomar el te'
con la Reina Roja, con la Reina Blanca y conmigo.

Es probable que la mujer Leo tenga una cosa que a ti no te gustará. Un álbum de recortes, con fotografías y recuerdos de todos sus antiguos novios. De nada sirve intentar que lo queme: la Leona es una sentimental incorregible. En los bailes no se pierde pieza. Lo más probable es que sea ridículamente popular, y que tengas muchísima competencia cuando pretendas convencerla de que adopte tu apellido para el resto de su vida.

EL HOMBRE LEO

¡Es el amor... es el amor
lo que hace girar el mundo!

El poeta que escribió aquellos versos sobre una flor "nacida para ruborizarse en secreto y derrochar su fragancia en el aire del desierto" no pensaba ciertamente en Leo. A este hombre podrás encontrarlo gozando de la ardiente luz del Sol, y también pronunciando floridos discursos, pero nunca en la soledad del desierto. Lo más probable será que esté en un escenario, o frente a un círculo de amigos y familiares en adoración. Es posible que derroche el dinero, pero no que derroche su fragancia en el aire. Leo siempre tendrá público.

EL JEFE LEO

..Ahora no me interrumpas, que voy a decirte todos tus defectos...

Al principio le intrigó muchísimo,
pero después de observar un par de minutos
se dio cuenta de que era una sonrisa.

¿Así que tienes un jefe Leo y ya hace más de un año que trabajas con él? ¿De veras? Pues debes de ser muy buen oyente.

EL EMPLEADO LEO

Brillaba el sol sobre la mar, con toda su fuerza brillaba:se esforzaba por lograr que las olas relucieran...Cosa rara, porque era justamente medianoche.

Si su empleado es un Leo típico, le será a usted casi imposible ignorarle. Si es uno de los tranquilos, no seria prudente ignorarlo. Los Leones de tipo agresivo le obligan a uno a reconocer su talento y apreciar su valor diciéndoles, simplemente, cuan maravillosos son. Los del tipo tímido gatito se enfurruñan hasta conseguir el mismo resultado. Tanto da: no ignore usted a sus empleados Leo.

COMO RECONOCER A LEO

Parecía de buen talante, pensó ella;
pero aun así, tenía garras muy largas
y muchísimos dientes, de modo
que sintió que habría que tratarlo con respeto.

¿Te ha dicho alguien últimamente que no le hagas favores, al mismo tiempo que te dejaba deslumbrado con una sonrisa totalmente fascinante? Es que te has visto ante el gran felino. No te preocupes, que ya te recuperarás. Un par de pequeñas quemaduras no importan. No es nada excepcional en Leo el despliegue simultáneo de su arrogante orgullo y de su espíritu juguetón; por eso se sale con la suya.

EL NIÑO CANCER

¡Ay, ay, ay, que raras son hoy todas las cosas!
y ayer todas fueron nada más que lo habitual.

Escríbetelo para que lo recuerdes y no vuelvas a sorprenderte todos los días de tu vida: el estado de ánimo de tu bebé Cáncer cambiará con tanta frecuencia como tú le cambias los pañales.


LA MUJER CANCER

...Se desvanecen los ecos y los recuerdos mueren: las heladas de otoño asesinaron a julio.
Todavía, como un fantasma, me obsesiona Alicia, moviéndose bajo cielos que jamás han visto ojos vivientes.

De eso no cabe duda. Al comienzo, te costará darte cuenta de si tu chica Cáncer es una gentil doncella regida por la Luna o una chiflada de remate. Y al final, no lo sabrás todavía.

EL HOMBRE CANCER

..A veces busco panecillos o preparo trampas para cangrejos;
a veces busco en las verdes colinas ruedas de cabrioles;
y de esa manera -dijo con un guiño-, me gano el dinero...
Y con mucho placer brindaré a la noble salud de Su Señoría.


Taciturno experto en circunloquios lo es, pero atolondrado y charlatán, no. No esperes que este hombre deje al desnudo su alma el primer día que lo conozcas. Cáncer jamás confía en los extraños, y hay ciertas cosas que ni siquiera sus mejores amigos saben. Llegar a conocerle exige mucho tiempo y una buena dosis de paciencia. Si te presentan a uno de ellos en uno de sus días agrios y quisquillosos, es posible que no te sientas muy deseosa de conocerlo mejor, pero prueba otra vez, no abandones tan fácilmente.

EL JEFE CANCER


-Ya ves -prosiguió tras una pausa-,
que más vale tenerlo todo previsto.
Por esa razón el caballo tiene todas esas tobilleras en las patas.
-¿Pero para qué son?
-preguntó Alicia, con tono de gran curiosidad.
-Para protegerlos de la mordedura de los tiburones -contestó el Rey.

Ahora que conoces el sentido del humor de los Cangrejos, tal vez tengas la impresión de que la oficina de un jefe Cáncer es un lugar realmente divertido, donde no faltan más que los confetis y un sommelier que sirva el champaña. Todos los empleados muy serios, y el ejecutivo lunar el cómico de las respuestas breves y rápidas. Será como trabajar todas las noches en una discoteca. Bueno, pues... no exactamente. 

EL EMPLEADO CANCER


Y sacaron toda clase de cosas...y todas empezaban con...:...la Luna, lagartijas, laberintos y lucideces...

Siempre es bueno tener trabajando para uno a un Cáncer, porque realmente trabaja para uno. No trabaja por la gloria ni por ninguna nebulosa quimera, ni acude cada día a la oficina porque está entusiasmado con la recepcionista. Cáncer jamás piensa en su trabajo como una forma de autoexpresión, ni como una manera entretenida de pasar el rato entre un café y otro. El trabaja por la razón más sencilla del mundo: por la seguridad. Y eso, naturalmente, significa su sueldo.

COMO RECONOCER A CANCER

...Yo mismo no puedo explicarme, me temo,
porque, como ves, no soy yo mismo.
...¡Oh, mi piel y mis bigotes!
Esto es, esto es lo que me oprime el alma.


El mejor momento para salir a la captura de cangrejos humanos es cuando brilla, plateada, la Luna. Por lo general, es más fácil reconocerlos de noche, cuando salen todos acicalados y endomingados a sonar, arrebujados en su vívida imaginación. La luz de la Luna les sienta estupendamente. Armoniza con sus múltiples estados de ánimo y combina con sus emociones cambiantes.

EL NIÑO GEMINIS

- ¿Quieres andar un poco mas deprisa?
- dijo un romero a un caracol-,
que una marsopa nos sigue de cerca
y ya está pisándome la cola.

Si la cigüeña acaba de dejar en tu casa un bebé Géminis, engrasa bien tus patines de ruedas y sácate las telarañas de los sesos. Durante los próximos quince o veinte años tendrás que ser rápido y estar alerta, y más vale que empieces ahora, mientras tu flamante bolita de mercurio está todavía inmovilizada en su cuna. No tardará mucho en aprender a andar y a hablar. Si no te preparas para volar junto con él, es posible que se te escape de entre los dedos como una burbuja de aire.

¿Has intentado alguna vez sujetar una burbuja de aire?Las cifras de la Oficina del Censo de Estados Unidos demuestran que durante el período de Géminis, los Gemelos, se producen muchos mas nacimientos múltiples que en cualquier otra época del año, de modo que tu regalo de junio pueden haber sido mellizos, o mas. ¿Dices que no? No estés tan seguro. Es posible que entre las manos y pies no alcances a contar más de veinte deditos, y en la mayoría de los casos el resultado es un bebé, pero no necesariamente, cuando el niñito es Géminis. Es posible que tengas que cambiar un poco tu concepto de las matemáticas. Ya sabrás a que me refiero tan pronto como empiece a gatear, y te pasará una docena de veces por día. Tu jurarías que acababas de verle metiendo la mano dentro de la batidora eléctrica, en la despensa. Pero, ¿cómo podría ser? Si ahí está, en el porche de delante de la casa, comiéndose angelicalmente las petunias. ¿Cómo puede estar en dos lugares al mismo tiempo? Recuerda que tu vástago está regido por Mercurio. Es aquel dios griego a quien se ve representado en los libros, con alas en los pies y un brillante casco plateado. A modo de casco, pon una cacerola en la cabeza de tu bebé Géminis, y usa la imaginación para ver las alas que brotan de esos tobillos rosados y regordetes. ¿Ves ahora cómo se parecen?

Personalmente, jamás me han parecido bien esos adminículos que parecen arneses que compran las mamás para sujetar a los niños que hacen pinitos cuando salen con ellos a comprar.

Siempre me dan la impresión de mujeres que estuvieran paseando el perro. Sin embargo, a la madre de un niño Géminis le insistiría en que se compre dos o tres, para más seguridad.

Tal vez lo primero que se te ocurra es que, si tu bebé va a ser tan activo, un buen parque es imprescindible. Entiendo tu razonamiento, y hasta simpatizo con él, pero no estoy tan segura de que los parques y los niños Géminis armonicen. Estar confinado en un espacio reducido puede ser una crueldad para un pequeño Géminis, cuya naturaleza le impulsa a buscar, a explorar, a aprender. Peor todavía que las restricciones físicas es el aburrimiento mental de verse reducido a un recinto rectangular de plástico azul y rosado, mientras toda la emoción del mundo que se puede ver y disfrutar se queda fuera. Los períodos en el parque deben ser breves. Demasiada restricción y obstrucción de la libertad pueden provocar en Géminis una depresión emocional nada fácil de superar. Recuerda que Géminis es un signo de aire, y que el aire debe moverse. Cuando tengas que mantenerlo encerrado, asegúrate de que tenga juguetes muy diversos y muchos libros de brillantes colores para mirar.


Claro que una vez que se sienta aburrido no permanecerá mucho tiempo allí. Mercurio rige las cuerdas vocales, y cuando tu pequeño Géminis decida desplegar esos talentos, te parecerá increíble que tanto ruido pueda salir de una sola boquita. Apuesto a que le sacarás sin demora del parque, a no ser que tengas vecinos muy comprensivos, y un poco duros de oído.


Es frecuente que los niños Géminis pongan nerviosa a la gente mayor, que es más plácida, con sus rápidos movimientos de pájaro. Los mayores siempre están diciendo al pequeño Géminis que deje de molestar, o que tenga paciencia y haga una sola cosa a la vez. Pero para estos niños, hacer dos cosas a la vez es lo natural. Lo que para la gente pesada o reposada es molestar, para Mercurio no es más que su estado normal de actividad. Es un error hacerle sentir que sería mejor recibido si intentara imitar a otras personas mas lentas y menos vivaces. Tal vez, por su propio bien, haya que enseñarle a disminuir un poco la velocidad, pero es imposible cambiar su naturaleza básica sin frustrar sus inclinaciones naturales. Debemos tratar de recordar que el activo pequeño Géminis que molesta a sus mayores, mas introvertidos, lo mismo que el silencioso y lento niño Capricornio que irrita a sus padres mas agresivos no hace otra cosa que ser él mismo. Bastante difícil es ser uno mismo, sin que nadie trate de imponerle a uno un cambio de personalidad.


Ama a tu hijo Géminis tal como es: una personita amistosa, despierta, inquisitiva y precoz. A una libélula no puedes convertirla en caracol, ni a un caracol en libélula. Tampoco el leopardo puede borrarse las manchas, y cabe agregar que si alguien se empeñara en quitárselas, podría terminar siendo un leopardo desdichado y neurótico.

Claro que tú no estás criando leopardos. Lo que estás criando es un niño, despierto, interesante, entusiasta. Pero la analogía conserva su valor. Deja tranquilas esas manchas de dualidad que encuentras en tu Géminis. Algún día te enorgullecerás de algún edificio que proyectó y de algún premio literario que ganó, y cuando ponga un manifiesto de duplicidad de talentos, te preguntaras asombrada por que querías reducirle a un único molde. Si anda saltando es porque esta practicando la rapidez de reflejos con que nació. Es posible que su mente de libélula os confunda, pero recordad que Géminis corre en pos de mil fantasías, decidiendo cual ha de destacar y con cual ha de quedarse.

Por lo general, los maestros se darán cuenta en seguida de que estos niños -y niñas- no tienen problemas para aprender a leer. Géminis es poco menos que el inventor de las palabras. Son niños a quienes no les molestará que les pidan que reciten, y es posible que, mientras el resto de la clase suspira, ellos sonrían cuando se asigna un tema. Para ellos es un placer comunicarse con otros y compartir sus conocimientos, ya sea verbalmente o por escrito. Muchos muestran inclinación por la mecánica y son ambidiestros. No es raro encontrar un niño Géminis que escribe con la mano izquierda y dibuja con la derecha. Es posible que se muerda las uñas, pero normalmente es de dedos delgados y flexibles, y le resulta fácil hacer trucos de prestidigitación y tocar instrumentos musicales. Su habilidad puede hacer de él un excelente cirujano, dentista o relojero. Las manos de Géminis son sensibles, expresivas y hábiles.

Tiene por lo general una notable capacidad para la imitación, y su agudo sentido del ingenio y de la crítica se muestra desde muy temprano. En casa o en la escuela, el niño Géminis vive en un mundo de ficción y de realidad que constantemente se entremezclan, donde la verdad se presenta con frecuencia como fantasía y la fantasía se disfraza de verdad. Es posible que de la impresión de exagerar y hasta de mentir pero, simplemente, no puede dejar de poner unas notas de color cuando relata un incidente, y es frecuente que él mismo se convenza de que sucedió de esa manera. En esos momentos hay que tratarle con suavidad, porque lo que hace en realidad es ensanchar y ejercitar su vívida imaginación. Más que hacerle sentir culpable por tener tanta imaginación se le debe aconsejar que diga siempre la verdad y que el cuento lo narre por escrito. Una vez haya aprendido esta técnica, será capaz de ver la diferencia entre sueños y hechos, en vez de quedarse perdido en algún rincón entre los dos mundos. Las criaturas Géminis a quienes no se les permite expresarse y comunicarse con naturalidad pueden, a manera de autodefensa, retirarse a un mundo parcial de ilusión. Es buena idea hacerles aprender idiomas desde pequeños, ya que probablemente los aprenderán sin esfuerzo. Como los niños Sagitario, al Géminis le vendrá bien su capacidad lingüística, porque conversará mucho y viajará mucho.

El niño Géminis que afirma que puede hacer los deberes al mismo tiempo que escucha la radio te dice probablemente la verdad. Si sus notas le dan la razón, ¿por qué no dejarlo? Géminis jamás se satisface con una sola actividad a la vez. Es como si tuvieran que vivir dos vidas en el tiempo que les ha sido asignado, de modo que tienen que absorber todo lo que pueden, y con la máxima rapidez posible. Los principales peligros son la falta de paciencia y la escasa disposición a persistir en el esfuerzo hasta aprender verdaderamente algo. Son niños en quienes hay que combatir la tendencia a dejar que la rapidez del intelecto y la volubilidad del ingenio los paseen por la superficie del conocimiento, sin profundizar.

A los niños Géminis puede resultarles difícil ser puntuales, porque a cualquier parte que vayan siempre se encontrarán con algo nuevo. Es posible que también les sea difícil escuchar sin interrumpir, porque captan instantáneamente la idea y no les interesa oír los detalles. A veces el mercuriano tiende a repetirse, pero no permitirá que los demás lo hagan y eso, naturalmente, puede irritar a la gente. En el aula, una mosca, un trozo de papel de colores o un hilo de humo que se ve por la ventana pueden distraerle. Ganar su atención nunca es fácil, pero cuando lo hayas conseguido encontrarás recompensa en la decidida curiosidad de Géminis, y te sentirás halagado por su interés.

En la adolescencia, los varones Géminis vivirán prácticamente pegados al teléfono, saldrán con una persona diferente cada semana, cambiarán cien veces de idea respecto de su futura carrera, conducirán el coche un poco demasiado rápido, meterán mano en el motor y te arreglarán la lavadora. Las chicas serán populares, y tan pronto se las verá en un diluvio de lágrimas como con una radiante sonrisa. Son chicos que te harán vivir con el alma en un hilo, pero te mantendrán joven.

Cuando tu hijo Géminis crezca por fin, mucha gente te comentara con desaprobación que "está metido en demasiadas cosas a la vez". Y tú te reirás, y es posible que ellos se sientan molestos por ello. Pero es que estarás acordándote de un día de primavera, cuando él tenía siete años. Había metido los dedos en un pastel de chocolate, en la crema de afeitar del padre, en la pecera, en el tarro de basura, en una olla de sopa caliente y en un enchufe. Tú ya estabas furiosa. Después, al oscurecer, mientras le mirabas andar por el césped cazando luciérnagas, suspiraste, preguntándote en voz alta: "¿Por qué no descansa un momento? ¿Por qué se mete en todo? ¿Qué demonios está buscando?". Él te oyó, y se inquietó. Jamás te olvidarás de la expresión de sus brillantes ojos claros al contestarte: Oye, mami... No se. Pero no te preocupes, que ya lo encontraré.


LA MUJER GEMINIS

Aunque consiguió arrancar
muy hermosos junquillos mientras el bote pasaba,
había siempre uno más bello
que no conseguía alcanzar.
"...¡Los más bonitos siempre están lejos!"
exclamó por fin con un suspiro,
ante el empeño de los junquillos
por crecer tan lejos.

¿Acaso has pensado siempre en secreto que Brigham Young tuvo una idea sensacional al proponer que cada hombre tuviera varias mujeres? ¿Envidias para tus adentros a los potentados orientales con sus harenes? Pues no necesitas resignarte a ensueños románticos al estilo de Walter Mitty. Cásate con una muchacha Géminis y ya está. Esto te garantiza que tendrás por lo menos dos esposas diferentes y alguna vez, para los fines de semana, hasta tres o cuatro.
Claro que la cosa tiene su bemol. La diferencia entre una chica nacida bajo el signo de los Gemelos y un harén es que a ella, aparentemente, no le interesa la pasión terrenal. Es difícil conseguir que se asiente un poco durante el tiempo suficiente para tomarse en serio la pasión o cualquier otra cosa. Su mente está continuamente viajando, y simultáneamente va haciendo los comentarios. Pero si miras un poco mas hacia dentro, habrá un lugar donde, escondida entre las demás mujeres que forman una Géminis, encontrarás una romántica, capaz de demostrar una pasión intensa, si tú puedes conseguir que la fusión de lo mental, lo espiritual y lo físico sea completa. Cómo conseguir que tu romántica se desarrolle, sin dejar de disfrutar de todas las otras mujeres encerradas en la personalidad de Géminis puede ser todo un problema. Lo que puedo decirte es que una sola Géminis es igual a varias mujeres, pero temo que seas tú quien tenga que romperse la cabeza para encontrar la forma de separarlas. Cada caso individual es diferente.

La edad puede ser un indicio importante de lo que puedes esperar, porque hasta que las gemelas maduran, el romance no es más que un juego para ellas. Pueden ser impredecibles y veleidosas en una medida increíble. Primero, Géminis caerá en un arrebato de éxtasis por obra de tu sonrisa, tu voz, tu manera de andar. Después cambiará bruscamente y empezará a criticártelo todo, desde los calcetines hasta la forma en que te cortas el pelo, y por lo general lo hará con tan agudo y cortante sarcasmo que tendrás que aplicar tintura de yodo a tus heridas.

Sin embargo, no por eso te retires de la puja por conseguir una esposa Géminis. Recuerda que te darán por lo menos dos por una, lo que indiscutiblemente es buen negocio.

Las mujeres mercurianas no son tan falsas de corazón como puede parecer a veces. La actividad de su imaginación crea muchas fantasías. El romance es la forma de expresarlas mas fácil que encuentran, y una mujer Géminis tiene, por lo menos, el doble de cosas para expresar que otras mujeres. Un hombre del mismo signo puede ser productor, cantante, marinero, abogado, actor, viajante de comercio y presidente de unos cuantos Consejos de Administración, todo al mismo tiempo, y así estará expresándose ad infinitum. Pero una mujer no puede desempeñarse muy bien con todo eso, sin que la consideren un poco rara. Y no porque las mercurianas no sean chicas de carrera. Lo son, y casi sin excepciones. Pero, en las actuales condiciones de la sociedad, todavía una carrera no le ofrece las oportunidades múltiples que le presenta el romance de poner a prueba sus miles de teorías y de hacer su práctica de gimnasia emocional.

La muchacha Géminis necesita que la compadezcas, no que te enojes con ella. Le resulta dolorosamente difícil interesarse por una sola persona a la vez. Al mismo tiempo que le impresiona la capacidad mental de un hombre y su inteligente sentido del humor, otra faceta de ella advierte que a él no le gusta el arte y no tiene sensibilidad para la música y la poesía. Cuando encuentra alguien que es adecuadamente creativo, que se mueve cómodamente en el ambiente del ballet o en el mundillo literario, vuelve a surgir la dualidad. Mientras estén recorriendo el museo, el otro yo de ella empezará a preguntarse si su galán tendrá bastante sentido práctico para ganarse la vida o la sensatez suficiente para saber dónde pisa. Confío en que todo esto te servirá para entender mejor y con mejor disposición cuales son los conflictos propios de los nacidos en Junio.

Concédele crédito. Por lo general, Géminis conseguirá arreglárselas sola con la perplejidad que le ocasiona su propio y complejo carácter, sin cargarte a ti con ella. Es una compañera vivaz y alegre. Durante la mayor parte del tiempo (cuando esté bien de ánimo) será un chisporroteo de vivacidad, te divertirá con sus observaciones despiertas e ingeniosas y conversará con inteligencia de casi todos los temas posibles. La mercuriana disfruta de todos los gestos sentimentales del romance, y no tiene problema en hacer conquistas. Jamás habrás conocido mujer que te deleite más con sus múltiples maneras imaginativas de amarte y con la atracción de su encanto. Es capaz de mover las pestañas con fascinante feminidad, pero no se encontrará desvalida a la hora de ganarse el sustento. Una mujer Géminis puede desempeñar a la perfección el papel de muchacha casquivana y halagar a un pobre hombre desvalido que ha caído en la trampa hasta hacerle perder la cabeza y hacerse con su talonario de cheques. Pero con toda facilidad puede convertirse en buena esposa seria y enamorada, sin perjuicio de cambiarse de buenas a primeras en una grave intelectual que estudia a los grandes filósofos y diserta brillantemente de política o poesía, para de pronto volverse un manojo de nervios, lagrimas y miedos, llena de emociones en bruto. Seguramente, no la encontrarás aburrida ni monótona.

Si todo esto te parece una exageración, acuérdate de Marilyn Monroe. Cada uno de los hombres que conoció, desde Carl Sandburg hasta su peluquero, la veía como una persona totalmente diferente de como la veían los demás hombres que también creían conocerla. Coloca una fotografía de ella como la seductora diosa del amor junto a otra en la que se la vea con gafas de gruesa montura, como una babushka, sin maquillaje y absorta en una conferencia sobre los novelistas rusos. Agrégale un par de fotos mas: la tercera con un delantal a cuadros, aprendiendo a hornear un suflé de queso para un marido cuyas cualidades de humana ternura y su capacidad atlética ella admiraba, y la cuarta andando tranquilamente junto a otro marido, a quien respetó y admiró profundamente por sus dotes intelectuales y su talento literario. Y otras dos fotos. Una que la muestre con la cara surcada de lágrimas, llena de dolor tras haber perdido su tercer bebé, y otra en que se la ve en bikini, riendo alegremente con un apuesto astro del cine francés, en la Riviera. Ninguna de estas fotos fueron preparadas. Fueron todas instantáneas tomadas cuando ella ni miraba siquiera, y menos aún buscaba publicidad. Son el perfecto ejemplo de cómo el ojo de la cámara descubre todas las mujeres contenidas en una sola mujer Géminis, que consiguió con éxito mantener oculta su naturaleza múltiple tras la imagen que se propuso dar con mayor frecuencia.
La muchacha regida por Mercurio anhela estar "real y verdaderamente enamorada" pero no lo consigue. Esta ávida de maternidad, pero no pocas veces también la maternidad la elude. Encuentra una perfección diferente en cada hombre que conoce, mientras busca incansablemente a aquel que reúna todas las cualidades que ella necesita para ser feliz.

Encontrarás en ella una gran compañera. Una joven mercuriana te seguirá en cualquier cosa, desde el submarinismo hasta las carreras de automóviles, el ciclismo o el bádminton. Se mostrará interesada por todos los deportes al aire libre, sin dejar de aparecer tan suave y femenina como un pompón, ni de tener una mente rápida como un látigo. La aguda mentalidad de Géminis se mostrará inequívocamente cada vez que un tema nuevo despierte su curiosidad. Su disposición mercuriana le permitirá ver todas las complejidades de tus ideas creativas, y es probable que te aporte algunas sugerencias de su cosecha. Con tal de que no esperes de ella que se muestre constante, te parecerá absolutamente fascinante.

Tienes derecho a que te advierta que esta chica puede creer sinceramente que está enamorada, y al mismo tiempo encontrar que otros hombres son atractivos. A menos que esté cerca de ti todo el tiempo, es capaz de olvidarte con más rapidez que una mujer nacida bajo cualquier otro signo solar. Esté en su naturaleza aceptar el cambio, y buscarlo incluso. Hasta que aprenda a controlar su tendencia a la actividad constante, su negligencia en el cultivo de la paciencia y la estabilidad, la mujer Géminis puede complicarse tremendamente la vida... y complicártela a ti también. Por suerte para los hombres que se enamoran de ellas, las Géminis se asientan y llegan a tener un conocimiento mas profundo de su propia naturaleza antes de que sea demasiado tarde.

Una vez que le hayas declarado tu amor, y que ella te haya aceptado, bien puedes compadecer a todos los hombres que están condenados a una vida entera de monogamia con una sola mujer. Cuando te cases con tu Géminis, tú tendrás varias esposas.

La esposa Número Uno será capaz de adaptarse a todo lo que tú esperes de ella. Podrás tener incluso su fidelidad siempre y cuando seas lo bastante interesante como para haberte ganado su auténtico amor. Me refiero a esa fusión de la compatibilidad mental, espiritual y psíquica, a las que la parte física debe agregarse al final, como la paprika, cuando las otras tres estén bien mezcladas. Esta esposa jamás te pondrá mal gesto si cambias de trabajo y tenéis que ir a vivir a otra ciudad. Con su ingenio, su buen gusto y su sentido del color, puede hacer de tu nuevo hogar algo encantador con un leve toque de su mano pulcra y hábil. Además, le fascinará la aventura, y no te acosará con reproches so pretexto de que estás poniendo en peligro vuestra seguridad futura. La emoción de los nuevos horizontes le interesa más. Es posible que tenga una cabeza excepcionalmente buena para los negocios, y que apoye todas sus ideas originales. Puedes contar con que ella vaya a trabajar si necesitáis aumentar vuestros ingresos, y será muy práctica en la forma de gastar el dinero. Aunque exteriormente pueda dar una impresión de traviesa, no lo es tanto como parece. Tiene una cabeza que piensa, y con mucha inteligencia, aparte de todo su brillante parloteo.

Tu esposa Número Dos será caprichosa, es importante que lo sepas. Tendrá sus momentos satíricos en los que podrá mostrarse alternativamente cínica e impertinente. Al mismo tiempo, mentalmente será un desafío para ti. Pero un hombre necesita ese estímulo, ¿o no? Adelante, intenta superarla en una discusión intelectual. (De todas maneras, es lo que secretamente quiere.) Es una esposa a la que la vida no escandalizará fácilmente y que no se dejará llevar por prejuicios ni preconceptos. Es posible que decida incorporarse a una marcha de protesta o a un encierro y se olvide de volver a casa. ¿Y si mientras ella anda por ahí pronunciando un discurso o se fue a la escuela nocturna para seguir un curso mas, tú tienes que salir a ver a tus amigos? Por lo menos, lo más probable es que no te acose con preguntas desconfiadas: con quien estabas, dónde estabais, que estuvisteis haciendo. No le interrogues tú tampoco. Si tú haces honor a tu palabra, ella también. Y es muy individualista y muy independiente.

La esposa Número Tres se sentirá aburrida y deprimida por la rutina del cuidado de la casa. Las camas estarán sin hacer, y los platos dormirán en el fregadero mientras ella sueña despierta, lee o hilvana el argumento de una comedía. Es posible que para la cena te sirva una lata de judías sin molestarse en abrirla siquiera. Pero a las horas más inverosímiles de la noche podrás mantener con ella una conversación para satisfacción de tu alma. Se compadecerá de las frustraciones que te ha impuesto la vida. Satisfará al mismo tiempo tus anhelos intelectuales y emocionales, querrá saber tu opinión sobre el budismo y se entusiasmará con tus intentos de componer una canción. En una palabra, es una excelente compañera. También será muy afectuosa, ya que tú no la atormentas con sacudir el polvo, cocinar y todas esas tonterías. De vez en cuando, esta esposa puede armarte un tremendo lío económico. Pero si le sugieres de pronto que salgáis de camping u os vayáis a pasar unos días en Las Vegas, hará las maletas de todo corazón, sin salirte con un montón de objeciones tontas sobre el golpe que supondrá para vuestro presupuesto o quien le dará de comer al gato siamés o si no se romperá alguna tubería mientras estéis fuera.

Esposa Número Cuatro: será una madre alegre y risueña. No dejará que los niños la frenen, porque, sin duda, siempre estará demasiado llena de proyectos para olvidarlos mostrándose sobreprotectora. Y ellos imitarán su independencia, y les hará bien. Si alguien le pregunta cuanto tiempo está con los niños, lo mas probable será que esta esposa conteste: "En casa no es cuestión de cuanto tiempo, sino con cuanto amor". Y tendrá razón. Es posible que los niños no siempre la obedezcan, porque un día se inclinará a ser enfática y al siguiente se ablandará, pero a los críos les encantará tener largas charlas con ella. Su imaginación estará a la altura de la de ellos, y todos se divertirán juntos. Probablemente será una madre blanda, pero también se preocupará por su actuación en la escuela, y es posible que insista en que saquen buenas notas. Si de ella depende, no se salvarán de hacer los deberes, aunque es posible que no les obligue a que cuelguen la ropa.

Tu esposa Número Cinco será una espléndida ama de casa, experta en las artes de encender velas, disponer flores y hacer lucir los objetos de plata. Puedes invitar a cualquiera a cenar, a tu jefe o al alcalde de la ciudad, y ella se mostrará tan graciosa y encantadora que los invitados se resistirán a irse. Organizará su vida de manera eficiente y sin esfuerzo, se vestirá como una modelo y le encantará el teatro. Puedes ir con ella a exposiciones y conciertos, que en cualquier marco social se sentirá cómoda. Todos te mirarán con envidia, preguntándose quien es esa mujer fascinante que con tanta dulzura se cuelga de tu brazo. Será romántica y ultra femenina, y hasta es posible que para tu cumpleaños te escriba una poesía. Y tú querrás comprarle túnicas de terciopelo y perfumes carísimos, porque la gracia de su estilo te hará sentir como un noble terrateniente.

Si le hablas de un viaje a Europa, veras cómo le brillan los ojos. Le atrae tremendamente.

Bueno, pues ya está. Es posible que me haya olvidado de alguna de las chicas que integran tu harén de Géminis. Todos los casados de la ciudad se pondrán verdes de envidia cuando te vean todos los días con una mujer diferente. Y si te preguntan cómo lo conseguiste, hazte el tonto. No olvides que la poligamia no es legal.

Tu mujer Géminis jamás viajará en tren cuando pueda ir en avión. Jamás se quedará callada cuando pueda hablar. Jamás esquivará el bulto cuando pueda ayudar. Y si puede correr, jamás caminará. Su mente está llena de tantas ideas, y su corazón de tantas esperanzas, que puede parecer que necesita una computadora para distinguirlas a todas. ¿O necesita simplemente a alguien que sea capaz de correr junto a ella y arrojar con ella sueños al aire, desde aquí a mañana? Si tú eres ese hombre, ella no se atreve a mirar por encima del hombro para ver si estás cerca. Dentro de ella hay un miedo, profundo y no explicado, que le impide mirar nunca hacia atrás. Cuando finalmente alcances su velocidad, consigue que sea ella quien disminuya el paso. Puedes hacerlo, si la tomas firmemente de la mano y no se la sueltas nunca. Aunque los vientos mercurianos del norte la impulsen a seguir, es posible que secretamente esté más deseosa de lo que tú te imaginas de descansar un poco. Date prisa y trata de alcanzarla, que ella te necesita.


EL HOMBRE GEMINIS

Podría contarte mis aventuras
empezando por las de esta mañana...
Por lo menos esta mañana,
al levantarme, sabía quien era,
pero creo que debo de haber cambiado
varias veces desde entonces.

Estar enamorada es algo que le da a una gran sensación de cálida seguridad. Es un consuelo celestial saber siempre que hay alguien cuando una lo necesita, que ya no hay por que seguir andando sola. Todas las dudas que conociste antes, lectora, se evaporan como el rocío... a menos, claro, que te hayas enamorado de un mercuriano, que puede reducir esa cálida "seguridad". Con Géminis será mucho mas realista que si lo mandas a buscar el pan el lunes, no lo esperes de vuelta hasta el jueves. Nunca lo busques si no le ves venir, ni te le cuelgues de los faldones de la americana cuando quiera irse.

Una vez que te hayas adiestrado en la aceptación de su espíritu inquieto e impredecible, es posible que las cosas funcionen, pero no insistas en el "consuelo celestial de saber siempre que hay alguien cuando una lo necesita". Probablemente jamás estés segura de cuando va a estar este hombre en ninguna parte, de modo que eso puede seguir manteniendo en ti algunas de las dudas que supuestamente se disipan con el romance. Es verdad que si estás enamorada de un Géminis no estarás sola. Eso, seguro que no. Tendrás por lo menos dos hombres que anden contigo... y los dos serán él. Ya sabes que nació bajo el signo de los Gemelos, pero en su caso, no se trata jamás de verdaderos gemelos, de mellizos idénticos. La naturaleza dual de Géminis combina dos personalidades completamente diferentes. Hasta podría ser que te vieras envuelta con uno de esos mercurianos que son trillizos o quintillizos, y en ese caso no te faltaría abundante compañía, ni siquiera cuando estuvieras sola con él.

El Géminis típico es el favorito de las amas de casa. Le gusta la gente; cuanta más gente hay, mas contento está. Es raro el mercuriano que no sea una perfecta delicia como conversador. Tiene un gusto exquisito, es pródigo en comentarios ingeniosos, y sus cumplidos son obras maestras de cálida sinceridad. Con su habitual e impecable dominio de los modales y su instinto social, es quien mantiene la fiesta, en más de un sentido.

¿Conoces ese juego que se llama la caza del tesoro, en que las parejas deben conseguir los objetos de una lista disparatada, como un pelo de la cabeza de una famosa estrella de cine y un trozo de secante que hay sobre el escritorio del jefe de policía, y en el que gana el premio la pareja que ha reunido mas cosas de la lista? Es la diversión favorita de Géminis, porque combina el mayor contacto posible con toda clase de gente con la mayor oportunidad posible de ir de un lugar a otro, y al mercuriano le encantan ambas cosas.

Si llegas a conocerlo en una reunión social donde él esté representando su fascinante acto de las personalidades múltiples, no tienes salvación: quedarás convencida de que es el hombre más atractivo, interesante e inteligente que hayas encontrado jamás. Eso, nadie podría discutírtelo; es probable que lo sea, y no es raro que tú estés excitada e impresionada. Pero antes de que por él te decidas a cambiar de apellido, asegúrate de que eres capaz de hacer frente a un destino incierto con un hombre cuyos caprichos pueden cambiar con el viento, y cuyas metas en la vida pueden ser completamente distintas antes de que hayáis terminado la luna de miel. "¿Es que me contradigo?", escribió una vez el Géminis Walt Whitman, "...Contengo multitudes". Lo supiera o no, estaba resumiendo en esas palabras la naturaleza de Mercurio.

Es posible que un día tu galán Géminis aparezca con un mono parlanchín encaramado en un hombro y te invite a ir a un circo de pulgas. Te traerá flores, perfume, un disco o un par de libros, y hasta posiblemente uno del que él es autor. Las horas pasarán en un soplo mientras tú gozas, feliz, en su cordialidad, te ríes de sus ingeniosos chistes y te derrites bajo su encanto cálido y alegre. Géminis te dirá "Te amo" de cien maneras diferentes, como no podría hacerlo nadie mas en el mundo.

Al día siguiente te llamará por teléfono para deshacer una cita sin ningún motivo aparente, y tú empezaras a imaginarte toda clase de cosas. ¿Hablaba en broma cuando dijo que te amaba? ¿Estará saliendo con alguna otra chica? ¿Tendrá algún problema? Es posible que tus temores tengan fundamento, pero también es posible que no lo tengan. Una semana después, Géminis reaparece, lleno de comentarios sarcásticos, malhumorado e irritable. Se mostrará impaciente, crítico y quisquilloso. Es posible que critique tus zapatos, tu lápiz de labios o tu gusto literario, y que esté carcomido por dudas sobre la posibilidad de que lleguéis a ser felices juntos. Claro que también es posible que se le vea hosco y preocupado, mentalmente distante, lejano. Y de nada sirve preguntarle por qué: no obtendrás ninguna respuesta coherente.

Si sobrevives a esa experiencia, al cabo de pocos días mas estarás visitando una galería de arte, un teatro, un museo o biblioteca con tu cortejante Géminis, absolutamente hipnotizada por sus conocimientos y por la amplitud de sus intereses. Le encontrarás excepcionalmente tierno, lleno de sueños frágiles como mariposas y de dulces esperanzas para el mañana. Entonces, te propondrá el matrimonio. Así, con la rapidez del relámpago. Y tú, olvidada de los truenos y de los nubarrones, y de toda la lluvia que ya viste caer, le contestarás que sí antes de que cambie de parecer y... ahí estás, comprometida con un enigma.

Sí, enigma he dicho. Si esperas otra cosa, digamos un hombre estable y paciente que se muestre siempre gentil contigo mientras el amor y la vida se desenvuelven con la calma de una góndola que se pasea por los románticos canales venecianos, entonces van en la misma dirección que una calesita: en círculo.

Bájate a toda prisa sin pensar que podías haberte ganado el anillo. No dejes que la música, ligera y alegre, te engatuse y te haga ir en pos de una escena pintada de colores que no son nunca los mismos, y en la que tan pronto puede aparecer un gris deprimente como un radiante amarillo o un sedante azul. Si eres una romántica incurable que pretende encontrar la armonía perfecta, corres algo más que cierto peligro.

Diga lo que diga el resto de su carta natal, si el Sol estaba en Géminis cuando el nació, este hombre no seguirá estando mañana donde está hoy, ni conservará de ayer ningún recuerdo perdurable. De una manera o de otra, cambiará. Es cierto que los cambios pueden ser siempre para mejorar, que es posible que apunte constantemente a metas más altas. Pero eso nunca podrás saberlo con certeza. Si tienes alma de jugadora, es posible que con él tengas suerte y te encuentres celebrando tus bodas de oro en medio de una gloriosa armonía mental y emocional. Pero los buenos jugadores saben cuales son las posibilidades antes de hacer su apuesta. Asegúrate de que tú las sabes. Dos raras excepciones a la inestabilidad geminiana son, aparentemente, el presidente Kennedy o la reina Victoria de Inglaterra. Sin embargo, no olvides que John Kennedy tuvo siempre múltiples intereses que cambiaban constantemente, y la reina Victoria (que por su posición planetaria se acercaba mucho a Tauro) introdujo muchos cambios importantes en las costumbres de su país. De todas maneras, entre nosotros no hay muchos que se casen con reyes, reinas o presidentes, a quienes las circunstancias han obligado a madurar y a adaptarse a una pauta establecida.

Un excelente ejemplo de la dualidad de expresión de Géminis es la confesión de una mujer que fue víctima de ella. El Mercurio era un productor cinematográfico y la mujer una famosa actriz, una morena nacida bajo el signo de Piscis. Después de un fin de semana que ella y otros signos pasaron como invitados en el yate de Géminis, y durante el cual el huésped se mostró con ella abiertamente insultante, grosero y distante, en forma alternativa, la actriz se sentía desalentada e intrigada.

No se que es lo que le pasa -comentó-. Supongo que me odia. Yo jamás le he hecho nada, y sin embargo casi no me ha dirigido la palabra durante todo el fin de semana. Ah, pero es que... vaya si ella le habrá hecho algo: había hecho que Géminis se enamorara de ella, y con la seriedad suficiente para que se casara con la actriz poco después del incidente. ¿Pero cómo reaccionó al tomar por primera vez conciencia del amor que sentía por ella? Como si su amada hubiera sido Lucrecia Borgia.

Es probable que esa experiencia no impida que las lectoras se zambullan en un romance con un hombre de Mercurio, pero tal vez les calme el dolor de las heridas a algunas chicas que hayan venido padeciendo la frialdad de un Géminis que está, casi con seguridad, perdidamente enamorado de ellas, pero que lo oculta cuidadosamente por sus propias e insondables razones. Géminis tiene una necesidad inconsciente de disfrazar sus verdaderas intenciones, de entablar con los otros una suerte de esgrima verbal y de encubrir sus motivos con acciones duales.

En general, buscarán confundirte. Después, con la característica incongruencia de Géminis, harán un giro de 180 grados y se mostrarán tan directos que te dejarán poco menos que sin aliento con su franqueza y brusquedad.

Con Géminis, el amor es fácil y divertido, siempre que no trates de aproximarte demasiado. Hay un núcleo íntimo que sólo le pertenece a él, que jamás compartirá con otro ser humano, ni siquiera contigo. Mantén las cosas calmas y no te muestres abiertamente apasionada ni dramática. No le aburras, interésale siempre, y tu romance con Géminis puede ser muy especial. No te rebeles contra su versatilidad; cambia con él. Mantente tan alerta, interesante tanto por la vida como él. De otra manera, tu amor podría no ser mas que... una de esas cosas. Mercurio busca, por encima de todo, una compañera mental, que esté a la altura de su ingenio, que incluso pueda superarle de vez en cuando, porque no es egoísta. Es muy realista y disfruta de los desafíos mentales. Lo último que quiere es un felpudo o una ratita aburrida. Deja que a través de tu imaginación femenina se trasluzca el cerebro, que eso no le asustará, como podría pasar con otros hombres. Le hará girar en la dirección debida: hacia ti.

Géminis tiende a dejar a los viejos amigos por otros nuevos, pero eso no significa que no tenga corazón. Su propia personalidad fluctúa y avanza de manera tan inevitable que para los de este signo es natural buscar a quienes armonizan con sus intereses del momento. Para Géminis, donde cuelga su sombrero está su hogar. Es raro que muestre apego profundo y duradero hacia recuerdos, lugares, personas y cosas del pasado.
Durante un largo período de soledad, es posible que el mercuriano vierta algunas lágrimas sentimentales, pero la causa esta mas bien en la soledad que en la nostalgia del ayer. Es sociable y le enferma -cuando no le da pavor- estar solo durante mucho tiempo. Si puedes hacerle llegar el mensaje de que tú serás una pareja que esté siempre próxima, pero sin depender de él ni esperar que él dependa de ti, es probable que se avenga a firmar un contrato a largo plazo. Pero ten en cuenta algunas cosas. Muchos Géminis se casan más de una vez, aunque los matrimonios múltiples se darán con más probabilidad si se casan demasiado jóvenes que si esperan a la madurez. No todos los Géminis tienen dos esposas, pero de casi cualquier cosa sí tienen dos: tal vez dos coches, dos apartamentos, dos títulos universitarios, dos trabajos, dos sueños, dos animales mimados, dos afeitadoras, dos pasatiempos favoritos, dos ambiciones. Para Géminis, el dos es un tic.

Tengo un excelente amigo Géminis, Frank Blair, reportero de la NBC, que hasta se toma sus vacaciones anuales en dos épocas distintas del año. ¿Sus pasatiempos? Pues, pilotea su propio avión, navega en su propio yate y juega mediocremente al golf. (No estoy segura, pero creo que Frank puede ser uno de los Géminis trillizos.) Toca dos instrumentos musicales, tiene montones de hijos, montones de premios y de trofeos en las paredes de su oficina en la NBC, montones de amigos, dos trabajos en la radio, dos afeitadoras eléctricas en su escritorio y por lo menos una docena de sueños y de proyectos a la vez, que cambian cada seis meses más o menos. En cambio, tiene una sola esposa. (Debe de tener ascendente en Cáncer o en Tauro.) Observa además que la radio es una ocupación típica de Géminis; Mercurio rige las comunicaciones y las noticias. Indudablemente, Frank tiene el encanto de Géminis y su habilidad manual. Es frecuente que esté sirviéndose un vaso de zumo de tomate, dictándole a su secretaria, telefoneando a su mujer, afeitándose y ordenando sus papeles, y de alguna manera, lo hace todo al mismo tiempo. Los Géminis son expertos en prestidigitación.

En asuntos financieros predomina también la dualidad. Un mercuriano puede ser de una generosidad fabulosa y después, bruscamente, mostrarse avaro. Si calibramos las dos actitudes gemelas, yo creo que gana, con mucho, la generosidad. Géminis tiene pocos deseos de acumular, ya sea dinero o conocimientos. En cualquiera de los dos casos, prefiere absorber, seleccionar y devolver mejorado. Es el comunicador cuya función es crear ideas siempre nuevas y originales y servir a los demás mediante la versatilidad de sus procesos mentales, rápidos y brillantes.

¿Si te será fiel? A su manera si, claro. Hay mil respuestas a esta pregunta, cuando hablamos de Mercurio. A él le gusta conversar y le gusta estar con gente. Tiene también un extraño atractivo para las mujeres, de modo que no faltará ocasión de murmuraciones y sospechas. Pero puedes contar con una cosa: es raro el Géminis a quien su sentido de honestidad, profundamente arraigado, le permita ser falso en sus acciones si tú tienes fe en él. Quiero decir, verdadera fe y verdadera confianza, no de esas que secretamente ocultan una duda. Mercurio percibirá siempre si estás dudando en secreto, es frecuente que su mente intercepte tus pensamientos como si estuvieras enviándole una emisión por radio. Sin embargo, no es buena idea esperar que un marido Géminis desanime a todas las mujeres, simplemente porque lleva anillo de casado. Las mujeres forman parte de la escena y Géminis no quiere perderse la escena. Si hay mujeres, el mercuriano hablará con ellas, y hasta bromeará o se beberá alguna copa con ellas. Para Mercurio la comunicación es lo mas natural, independientemente del sexo de quien le escucha. Pero eso no significa que deba tener romances con ellos.

Es verdad que hay muchísimos Géminis que son lisa y llanamente promiscuos, pero no importa lo que te hayan contado: siempre hay una causa. Ser objeto de desconfianza o de incomprensión, en el terreno que sea, es profundamente perturbador para el hombre de Mercurio, es algo que le frustra y le deprime. Cuando se siente así desdichado, Géminis puede revolotear de un lado a otro, en busca de alivio para la maraña de sus emociones. Cuando se ve libre de la sensación de aislamiento mental y no siente que tenga que demostrar nada a nadie, no cae en la compulsión de experimentar entregándose a fugas caprichosas. Una mujer que tenga perfecta armonía mental con un Géminis no necesita temer sus infidelidades, ni emocionales ni físicas. Hasta tal punto es ello verdad en los Géminis, que se puede considerar como una regla. Pero Géminis tampoco se dejará encadenar irrazonablemente. Esperar que cuando alguien le sonríe, sea hombre o mujer, niño o adulto, él no le devuelva la sonrisa, es tanto como esperar que el sol no brille. Su naturaleza, amistosa y alegre, lo lleva constantemente a buscar compañía, y esta compañía puede ser el conductor del tren en que viaja todos los días o la camarera del café que está a la vuelta de su oficina. No trates de acorralarlo, pues cuando alguien intenta cercar su espíritu, Géminis puede volverse tan escurridizo e impredecible como el viento.

Con los niños será compinche, pero no esperes que los discipline, aunque les enseñará muchísimas cosas antes de que lleguen siquiera al jardín de infancia. Es probable que les encante confiarse a él, porque muy rara vez se mostrará escandalizado o será duro en sus juicios. Géminis sabe amar sin sofocar. La relación de Géminis con sus hijos es por lo común muy íntima, aunque tal vez poco coherente, por contradictorio que esto pueda parecer. Por mas afectuoso, cálido y vivaz que pueda ser con la gente, es posible que no les insista en la necesidad de ajustarse a rutinas, ya que al propio Géminis no le gustan las rutinas. También mostrará tendencia a criticar el comportamiento de los críos un día y aprobarlo al día siguiente, con lo cual puede crearles confusión. Aunque a veces él consiga pergeñar un sermón, cuando haga falta una palmada o una imposición más seria, tendrás que intervenir tú para ello. Los papás Géminis tienden a malcriar a los chicos.

Es posible que su imaginación le lleve en ocasiones a afirmar algo que no puede mantener. Tú tendrás que hacerle ver lo importante que es que cumpla su palabra. Pese a todas sus buenas intenciones, acabará quebrantando algunas de sus promesas, rápidas e impulsivas. Si los niños no le significan ningún tipo de atadura ni traban sus múltiples actividades, Géminis gozará enormemente con ellos. Una palabra de advertencia: aunque será raro que los castigue físicamente, la propensión geminiana a los comentarios sarcásticos y punzantes puede causar profundas heridas en sus jóvenes corazones, dejando cicatrices que permanecerán toda la vida. También puede mostrarse renuente a expresar su afecto en forma de besos y abrazos, a menos que haga un esfuerzo consciente por superar el natural desapego de Géminis. Sin embargo, yo he conocido algunos padres de este signo que aparentemente prodigan a sus hijos la ternura que son incapaces de volcar sobre los adultos. Ocúpate de que los pequeños no le abrumen, no le pidas que haga de canguro si a él evidentemente no le gusta, y se desempeñara muy bien como padre, no importa que tengáis un hijo o una docena.

Los celos son una preocupación que posiblemente nunca tendrás con un marido Géminis, porque el afán de posesión no se cuenta entre los rasgos típicos del signo. Si en alguna ocasión una sospecha le susurra algo al oído, por lo común la apartará (a menos que una influencia en su carta natal condicione otra cosa). Claro que hasta cierto punto los celos son normales en todo el mundo, pero normalmente, en Géminis no son exagerados. Con este hombre, el amor no es una relación estrictamente física. Sus sentidos le permiten oír más, ver más y percibir más que otros, y Mercurio le ayuda a registrar vivamente las impresiones más delicadas. Su amor tiene una cualidad tan etérea y fugitiva que puede dar la impresión de que le falta la pasión terrenal de otros signos solares. Pero a menos que lo que busques sea un hombre de las cavernas que te arrastre del pelo por los bosques, Géminis te resultará un amante más que satisfactorio. Te pintará sus emociones con frases románticas e imaginativas, y responderá a la avidez de tu corazón con la extraña belleza de su idealismo.

Recuerda que la típica frialdad emocional de Mercurio puede caldearse considerablemente si los dos escucháis la misma música y soñáis los mismos sueños. Géminis necesita experimentar una fusión total en lo mental y espiritual para que la pasión física cobre intensidad. Aunque parezca tortuoso, es el único camino verdadero hacia su corazón.

Tendrás que acostumbrarte a la palabra "si". Es posible que te diga: "Si te amara, podríamos..." o: "Si te amara, habría que..." y que a veces deje la oración sin terminar. Empieza por borrar la palabra "si"; él la usa únicamente como cortina de humo, por razones de seguridad. Una actitud de crítica áspera y fastidiosa, unida a continuas escenas emocionales, mellará sin duda el filo del delicado y sensible amor de Géminis. Trata de coger con la mano un puñado de mercurio. ¿Qué pasa? Inmediatamente se disuelve en centenares de brillantes pelotillas plateadas que se te escapan sin cesar por entre los dedos contraídos. Un hombre de este signo, cuya esposa creía conocerle muy bien, escribió las siguientes líneas antes de abandonarla, y ella las encontró después del divorcio entre los papeles de él:

Irrumpiste en el sueño y con botas claveteadas
pisoteaste la blanda alfombra de mi ensueño...

Más de una vez leerás u oirás decir que Géminis necesita siempre dos amores al mismo tiempo. La dualidad geminiana, con su sugestión de engaño, es algo que se menciona con tanta frecuencia que puede causar angustias sin fundamento. Me permitiré modificar esa afirmación. Géminis necesita dos amores, pero no necesariamente dos mujeres. Es una adivinanza, pero si tú lo comprendes de verdad, podrás hallar la respuesta.


COMO RECONOCER A GEMINIS ...

..No quiero que sigas apareciendo
y desapareciendo tan súbitamente.
¡Si le das a una vértigos!
Y esa vez desapareció muy lentamente,
empezando por la punta de la cola
y terminando por la sonrisa,
que se mantuvo ahí durante un tiempo
después que todo lo demás.

Si alguna vez un Géminis te hace pensar, lector, que estás viendo doble, no te pongas otras gafas. Recuerda simplemente que Géminis es el signo de los Gemelos, y que en su personalidad cambiante hay dos lados bien distintos. Ahora lo ves, dentro de un momento no. ¿Era amor lo que te pareció distinguir al vuelo en la movilidad de esos rasgos? ¿Odio? ¿Éxtasis? ¿Inteligencia? ¿Idealismo? ¿Tristeza? ¿Alegría? Los cambios mercuriales de la expresión de Géminis son tan fascinantes de observar como las luces psicodélicas en una discoteca. Es difícil decir dónde termina la realidad y comienza la ilusión. Ambas se mezclan... y luego se separan.

Saber dónde hay que buscar estas versátiles criaturas requiere pensarlo un poco de antemano. Géminis puede estar en un lugar hoy y en otro mañana. Y súbitamente, vamos. Los Gemelos pueden cambiar de ropa, de trabajo, de amor o de residencia con la misma rapidez con que cambian de opinión... cosa que hacen muy deprisa. Si quieres encontrar un ejemplar bueno para estudiar tendrás que moverte mucho. Podrías intentar en una librería, donde los Géminis suelen andar husmeando, ya que con una rápida lectura de las paginas son capaces de captar lo esencial del contenido. (No fue casualidad que John F. Kennedy practicara la lectura rápida.) La gente de Mercurio tiene también el desagradable hábito de empezar a leer por la última página. Si conoces a algún Géminis que alguna vez haya leído un libro desde el comienzo hasta el final, sin aburrirse por la mitad, envíalo como curiosidad al circo, o estudia su carta natal para ver si tiene ascendente Tauro, Capricornio o uno de los signos mas persistentes. A Géminis le gusta leer un libro con movimiento de lanzadera, y la misma forma de acción prefiere también con otras cosas, aparte de la lectura.

Con toda seguridad te encontrarás con uno o dos Gemelos flotando por los pasillos y batiéndose en un duelo de ingenio con la gente, en estaciones de radio, empresas de relaciones públicas, editoriales, locales de exposición y venta de automóviles o agencias de publicidad, si es que puedes atrapar a alguno entre una reunión y otra. Y cuando encuentres a este personaje fluido como el mercurio, estúdialo cuidadosamente, aunque con sólo seguirlo de un lado a otro quedarás agotado. Lo primero que observarás es una energía nerviosa que cruje, chisporrotea y restalla en el aire en torno de él. Si tiene la Luna en Escorpio, Libra, Cáncer o Capricornio, es posible que no vibre con un chisporroteo tan evidente, pero las demás manifestaciones estarán latentes y percibirás su presencia por debajo de la influencia de las otras posiciones planetarias. A veces se encuentra uno con un Géminis que habla lentamente, pero la mayor parte de ellos lo hacen con extraordinaria rapidez. Todos son rápidos para escuchar.

Hombre o mujer, el nativo de Géminis se impacienta con los conservadores que se quedan estancados, o con la gente que es incapaz de decidir su posición en un momento dado. Géminis sabe cual es su posición, por el momento al menos.

A no ser que tenga un antecedente en conflicto, físicamente Géminis da sujetos delgados, ágiles y de altura superior a la media. Muchos de ellos tienen rasgos finos y nítidos, como si estuvieran tallados en un camafeo. Se encuentran algunos de ojos oscuros, sin duda, pero la mayor parte de los regidos por Mercurio tienen hermosos ojos castaños, azules, verdes o grises, claros como el cristal y que continuamente destellan y se mueven de un lado a otro. Géminis jamás deja descansar los ojos en el mismo objeto durante más de algunos segundos. De hecho, la rapidez con que mueve los ojos suele ser la manera más fácil de reconocerlo. Suele ser de cutis pálido, aunque generalmente se broncea fácilmente, y esto sirve para distinguirlos en verano. (En invierno es frecuente que estén quemados por el sol y el viento de las pistas de esquí.)

A no ser que tenga un antecedente en conflicto, físicamente Géminis da sujetos delgados, ágiles y de altura superior a la media. Muchos de ellos tienen rasgos finos y nítidos, como si estuvieran tallados en un camafeo. Se encuentran algunos de ojos oscuros, sin duda, pero la mayor parte de los regidos por Mercurio tienen hermosos ojos castaños, azules, verdes o grises, claros como el cristal y que continuamente destellan y se mueven de un lado a otro. Géminis jamás deja descansar los ojos en el mismo objeto durante más de algunos segundos. De hecho, la rapidez con que mueve los ojos suele ser la manera más fácil de reconocerlo. Suele ser de cutis pálido, aunque generalmente se broncea fácilmente, y esto sirve para distinguirlos en verano. (En invierno es frecuente que estén quemados por el sol y el viento de las pistas de esquí.)

Géminis exhibe una cierta cualidad ansiosa, una inmediata y amistosa simpatía, y es de movimientos excepcionalmente rápidos, no exentos de gracia. Pueden ser de pelo claro u oscuro, o ambas cosas... veteados, digamos. Los Gemelos, ¿recuerdas? Es probable que tengan nariz larga y recta, o diminuta, y en todo caso, bien formada. Una calva incipiente es común entre los hombres (debido a la intensa actividad cerebral, tal vez), y es frecuente que ambos sexos presenten frente alta y despejada.

Generalmente, es un error tratar de inmovilizar a Géminis en un lugar o en una idea. Y lo es siempre desafiarle a una batalla de ingenio, ya que con la mayor facilidad se vale de la lengua para armar y desarmar situaciones. Piensa con rapidez cuando está de pie (o en cualquier posición); puede ser ácidamente satírico y es mas despierto que casi todo el mundo. Hay mercurianos que encuentran un perverso deleite en desconcertar a los espíritus más lentos con la vertiginosa rapidez de sus procesos mentales. ¿A quién le gustaría enzarzarse en una discusión con el Géminis Bob Hope?

A veces, uno tendrá la impresión de que las personas nacidas en junio aterrizan junto a uno, como pájaros curiosos, echan un vistazo inquieto a la escena y se van volando en dirección totalmente diferente antes de que se haya tenido tiempo de saludarles. Yo suelo encontrarme con un amigo Géminis en un bar, a comer un trozo de pastel de queso y charlar un rato.

Tiene entre treinta y cinco y cuarenta años, pero parece un estudiante universitario; típico de la apariencia intemporal de Géminis. Durante un rato conversamos agradablemente, interrumpiéndonos uno a otro y pasando ágilmente de uno a otro tema. En el momento en que yo busco en mi bolso la polvera o el bolígrafo, al levantar la vista... como si fuera el artista de las desapariciones en un número de magia, mi amigo Géminis se ha hecho humo, llevándose consigo la cuenta. (Los ejemplares menos evolucionados del género se aprovechan de esta agilidad para dejarle a uno que pague.) Cuando él opta por disolverse de esta manera, yo miro ansiosamente por el local y de pronto ahí lo veo... haciendo una llamada telefónica o saludándome alegremente con la mano mientras se escurre por la puerta rumbo a Dios sabe dónde.

El Géminis de quien hablaba se comprometió hace poco con una encantadora muchacha Acuario (si alguien puede seguirle el Juego a un escurridizo Géminis, ese alguien es Acuario), y una semana antes de la boda, uno habría apostado cualquier cosa a que de alguna manera conseguiría zafarse del nudo, a que no llegaría a tiempo a la iglesia. Pero llegó. Los Géminis le pueden dar a uno grandes sorpresas, sobre todo cuando están enamorados.

Una de mis Géminis favoritas es una mujer de Mercurio que -típicamente- tiene un servicio de tele-radio llamada en Nueva York. Hasta hubo una obra de teatro basada en su vida. Debido tal vez a las veinte horas diarias que se pasaba pegada al teléfono, no tiene en sus pies la misma agilidad que tenía cuando trabajaba como corista en Broadway. Claro que no se puede decir que sea ágil alguien que rara vez puede apartarse del conmutador, pero así y todo da la impresión de andar volando, aunque esté inmóvil. Como la mayoría de las mujeres Géminis, es bonita de rostro y sumamente interesante; cada uno de sus rasgos denota inteligencia, y sus manos, móviles como el mercurio, parecen pájaros que aletearan en el aire. Mi amiga se vale de mas encanto e ingenio de lo que hay derecho a tener para resolver alegremente los problemas de todo el mundo en menos tiempo del que lleva guiñar uno de sus límpidos ojos azules. Yo la he visto encontrar una baby-sitter y dos hamsters para un cliente, hacer la lista del supermercado, extender treinta y dos cheques (una de sus ocupaciones favoritas), telefonear a un productor de Broadway que estaba paseándose en su yate por el Caribe, enviar nueve telegramas, doblar la ropa traída de la lavandería, programar la semana de trabajo para sus telefonistas, encontrar la corbata azul de su marido, anotarle la dirección de la tienda donde podía encontrar los peces tropicales que quería su hijo, tomar cuatro fotos Polaroid del perro, recibir y comprobar las cuentas del mes (es cierto que después las archivó distraídamente en el cesto de los papeles), ayudar a una oficina de repartos a encontrar una actriz que hablara seis idiomas y despertar por teléfono a doce clientes; todo eso en el término de poco mas de una hora y sin levantarse de su sillón giratorio. A ver quien es capaz de hacer más.

El secreto está en la naturaleza dual de los Géminis. Son capaces de hacer dos cosas a la vez con menos esfuerzo del que necesitamos la mayoría de nosotros para hacer una sola. Es común que las mercurianas estén planchando, dándole de comer al bebé y hablando por teléfono, todo al mismo tiempo. Hasta hay quien jura que todos los de Géminis nacen con un teléfono en cada mano.

Cualquier tipo de rutina puede hacer que un Géminis típico se sienta como un pájaro triste, enjaulado y con las alas cortadas. Son gente que no aguanta los trabajos penosos y monótonos. Por lo común, no son las almas mas puntuales que hay en el mundo (a no ser que casualmente tengan ascendente Virgo, porque entonces son verdaderos despertadores humanos). El Géminis típico, sin embargo, llega siempre tarde, no porque se olvidó de la hora sino porque por el camino se encontró con algo que le llamaba la atención y se desvió. La inquietud de la naturaleza mercuriana exige una excitación y un cambio constantes para no desalentarse ni ponerse de mal humor.

Quien tenga un amigo Géminis habrá experimentado ya probablemente uno de sus rasgos típicos, que puede ser terriblemente molesto. Digamos, lector, que te sugiera alguna actividad, que puede ser darte una vuelta por su apartamento (rara vez tendrá una casa, que es algo demasiado permanente para él), ir a ver una vieja película de Humphrey Bogart que ponen junto con un western excelente (programa doble, claro; con él nada es simple), ir a jugar un rato al minigolf o tomar unas copas en algún bar. Tú estás cansado y te ibas para tu casa. De todas maneras se lo agradeces, pero prefieres no ir. Géminis lo discute contigo y te convence. Abriendo muy grandes sus ojos azules (o verdes o castaños) de bebé, te envuelve en un capullo de fascinación. Habla tan rápido y con una sonrisa tan persuasiva que, finalmente, tú cedes. Irás. Ahora resulta que Géminis tiene un par de diligencias que hacer, de manera que dice que os encontrareis en la esquina dentro de una hora, más o menos. Eso tú no te lo esperabas, de manera que empiezas a echarte atrás, pero él insiste con su técnica y finalmente quedas de acuerdo en encontraros. Realmente, es un opio tener que matar esa hora, sin contar que a ti te duelen los pies, pero te las arreglas y a la hora convenida te dejas caer por la esquina. Él llega media hora atrasado y un poco sin aliento.

¿Sabes qué? Pues cambió de opinión. Realmente, ya no da más. Ha decidido dar el día por terminado, meterse en la cama y dejar todo lo demás para mañana por la noche. A ti te da lo mismo, ¿no es cierto? Llegados a ese punto, sólo un Géminis es capaz de evitar un directo a la mandíbula, y él lo evita. Tú le perdonas, y lo mas ridículo de todo es que te encuentras con él a la noche siguiente, como si fuera lo mas 1ógico del mundo. Eres tú el único culpable por sucumbir al irresistible fervor vendedor de Géminis. Si a la noche siguiente te vuelve a dejar en la estacada, pues ya te lo debías haber visto venir. Te lo tienes merecido por dejar que te engatuse.

En todos los nacidos en junio hay una necesidad profundamente arraigada de disfrazar sus verdaderos motivos. Como los Piscis, sienten la compulsión de conducirse de manera exactamente opuesta a sus verdaderos deseos. Pero esta pasmosa versatilidad de Géminis, unida a su facilidad de palabra, hace de ellos estupendos políticos, por no decir que son expertos en el campo de las relaciones humanas. Géminis sabe cómo apartar a cualquiera de sus más firmes convicciones. Con su karate mental, puede convertirle a uno en un nudo como esos bizcochos que llaman pretzel, conseguir que la víctima esté de acuerdo con él y que, además, esté encantada con lo que le hacen. Y si se presenta alguna complicación, Géminis sabe instintivamente cuales son los puntos débiles de cada cual y es capaz de valerse de la rapidez de su mente y de su lengua despiadada para aprovecharse de ellos.

Pasa algo raro con Géminis y el arte de escribir. Géminis es el signo solar que rige esta actividad y, por ende, prácticamente todos los nacidos bajo la influencia de Mercurio son capaces de decir una frase ingeniosa y de hilvanar con inteligencia las palabras. Los Géminis que escriben, ya sea discursos, anuncios, obras de teatro o libros, se cuentan por momentos. Pero los libros serán novelas, libros de texto, ensayos o biografías. Es muy raro encontrar a Géminis escribiendo la historia de su vida. Y rarísimo tropezar con uno a quien le guste escribir cartas personales. Al nativo típico le molesta en gran manera contestar correspondencia, y puede demorarse semanas enteras.
Es posible que al principio parezca contradictorio, pero la cuestión se aclara cuando uno recuerda la renuencia de los mercurianos a verse encasillados en una opinión. No se deciden a poner sus pensamientos sobre el papel porque instintivamente saben que es posible que su opinión de hoy no sea la de mañana, y no quieren comprometerse por escrito. No son muchos los Gemelos que necesitan que su abogado les advierta: "Dígalo, pero no lo escriba". Ellos ya nacieron con ese mecanismo de defensa. Es sorprendente el número de escritores Géminis que prefieren usar seudónimo, e incluso un Géminis del montón terminará por encontrar alguna razón para adoptar un alias, ya sea un cambio completo, alguna modificación en el nombre, o por lo menos un mote. La regla es tan constante que se puede apostar con todos los Géminis que uno conozca seguro de que ha de ganar.

Casi todos los Géminis entienden o leen más de una lengua, y la favorita es el francés. De una manera o de otra, Géminis triunfará con las palabras. Afiló sus dientes mordiendo un diccionario enciclopédico. Es capaz de venderle cubos de hielo a un esquimal, o sueños a un pesimista. Y si llegas a atraparlo en algún fallo, lector, el mercuriano es capaz de cambiar con tal rapidez de tema, y es tan diestro para apartar de sí los reflectores, que el que terminará puesto de espaldas sobre la alfombra serás tú y no él. A veces, la tendencia de Géminis a embaucar a la gente puede llevarle a la deshonestidad y a actividades criminales, pero no con tanta frecuencia como te lo habrán hecho creer. Aunque sus talentos puedan arrastrar a algún que otro mercuriano a vivir en una telaraña de mentiras y engaños, la mayor parte de ellos son demasiado idealistas para llevar una vida de ese tipo. Así y todo, hay que admitir que Mercurio los hace especialmente dotados para el éxito en este campo, y que si les da por ahí pueden ser brillantes artistas de la estafa. Con su destreza manual, si deciden vaciar un bolsillo, falsificar un cheque o imprimir un billete de diez dó1ares, por lo menos lo hacen con sumo cuidado y es raro que los atrapen.


Si te encuentras con un locuaz vendedor de coches usados que nació en junio, y que te asegura que el Studebaker azul no tuvo mas que un solo propietario -una ancianita que solamente lo usaba para ir a la iglesia los domingos por la mañana- lo prudente será que preguntes por el nombre de la iglesia y vayas a hablar con la ancianita (a menos que ella también sea Géminis). Pero, dejando de lado la broma, salvo que las influencias y posiciones planetarias de la carta natal sean marcadas, la mayoría de los Géminis son honrados, y algunos de ellos hasta la exageración. Aparentemente, se van de un extremo al otro.

Casi todos los Géminis entienden o leen más de una lengua, y la favorita es el francés. De una manera o de otra, Géminis triunfará con las palabras. Afiló sus dientes mordiendo un diccionario enciclopédico. Es capaz de venderle cubos de hielo a un esquimal, o sueños a un pesimista. Y si llegas a atraparlo en algún fallo, lector, el mercuriano es capaz de cambiar con tal rapidez de tema, y es tan diestro para apartar de sí los reflectores, que el que terminará puesto de espaldas sobre la alfombra serás tú y no él. A veces, la tendencia de Géminis a embaucar a la gente puede llevarle a la deshonestidad y a actividades criminales, pero no con tanta frecuencia como te lo habrán hecho creer. Aunque sus talentos puedan arrastrar a algún que otro mercuriano a vivir en una telaraña de mentiras y engaños, la mayor parte de ellos son demasiado idealistas para llevar una vida de ese tipo. Así y todo, hay que admitir que Mercurio los hace especialmente dotados para el éxito en este campo, y que si les da por ahí pueden ser brillantes artistas de la estafa. Con su destreza manual, si deciden vaciar un bolsillo, falsificar un cheque o imprimir un billete de diez dó1ares, por lo menos lo hacen con sumo cuidado y es raro que los atrapen.
Si te encuentras con un locuaz vendedor de coches usados que nació en junio, y que te asegura que el Studebaker azul no tuvo mas que un solo propietario -una ancianita que solamente lo usaba para ir a la iglesia los domingos por la mañana- lo prudente será que preguntes por el nombre de la iglesia y vayas a hablar con la ancianita (a menos que ella también sea Géminis). Pero, dejando de lado la broma, salvo que las influencias y posiciones planetarias de la carta natal sean marcadas, la mayoría de los Géminis son honrados, y algunos de ellos hasta la exageración. Aparentemente, se van de un extremo al otro.

Sin embargo, todos, desde el ladronzuelo al estafador y al ciudadano impecable, serán incapaces de resistirse a darle una ligera mano de barniz a un relato, de vez en cuando. Claro que eso no es mentir; simplemente es imaginación.

Como promotores, todos los mercurios son absolutamente soberbios. Nadie los iguala, ni siquiera Aries. Es posible que en nada de lo que promueven haya gato encerrado, pero es poca la gente con la fortaleza suficiente para defenderse de la combinación de encanto y de inteligencia con que les envuelve Géminis, y eso ya equivale a jugar con ventaja. Y cuando un Géminis respalda un proyecto digno, y se pone a vender algo que la humanidad necesita y desea profundamente, los ángeles le sonríen, y podemos agradecer a los que han nacido bajo este signo solar muchos logros grandes y perdurables que han sido beneficiosos para todos. Todos los de Mercurio son vendedores de corazón, incluso los que se convierten en sacerdotes jesuitas o misioneros protestantes. Vamos a demostrarlo con dos ejemplos totalmente divergentes. John F. Kennedy, que era Géminis, le vendió al mundo entero un ideal resplandeciente, y Michael Todd, que también era Géminis, le vendió algunos sueños a Broadway. Cada uno a su manera, era hijo de Mercurio. Y hay que añadir que tanto el mundo como Broadway están muy atiborrados, y no es fácil venderles más.

Los Géminis necesitan el doble de sueño que cualquier otro mortal, para compensar la actividad de su cerebro. Lamentablemente, son tan susceptibles al insomnio que rara vez duermen lo suficiente. Sin embargo, es muy necesario que se esfuercen por descansar, descansar y descansar, para reparar esos nervios que parecen cables pelados y renovar las hiperactivas células cerebrales, porque en ellos el agotamiento nervioso es una amenaza constante. También necesitan toneladas de aire fresco y no contaminado, y todo el sol que puedan tomar, para no acabar en algún hospital. La falta de cualquiera de estas cosas, sumada a la supresión de la actividad, puede hacer que Géminis sea susceptible de sufrir accidentes que afecten a los hombros, brazos, manos y dedos. También los pulmones pueden ser débiles, lo mismo que los intestinos. Los problemas que afectan a los pies, la espalda, la eliminación, así como la artritis, el reumatismo y las jaquecas, son siempre posibles entre los mercurianos que descuidan su salud. Lo raro es que Géminis es más propenso a colapsos emocionales provocados por el aburrimiento y el encierro que por exceso de actividad.

En lo profundo de su naturaleza indagadora e impaciente, Géminis busca un ideal, y su principal problema consiste en saber cual es. Podría ser cualquier cosa, ya que su imaginación no conoce límites. Dinero, fama, riquezas, amor, triunfo profesional..., nada es suficiente. Mercurio siempre atrae a Géminis más y más alto, y más y más adelante, con la seductora promesa de algo siempre un poco mejor. La hierba del otro lado del camino siempre parece más verde. El cielo es más azul sobre otros océanos. Las estrellas brillan más en otras latitudes.
¿Qué es lo que busca? Tal vez algún oculto continente, aun sin descubrir, dentro de sí mismo. Géminis es el explorador de la mente.

Sus ojos son agudos y sus talentos múltiples. Su humor es brillante, y tiene tacto, diplomacia y destreza, pero le falta paciencia y constancia. Está demasiado dispuesto a deshacerse de algo viejo y precioso por algo nuevo y sin probar, y después vive lamentando lo que hizo. A pesar de que es mucha la gente que le rodea, sus emociones mas profundas las comparte únicamente con su único compañero constante: el gemelo que lleva dentro de sí. El aire es su elemento y su hogar. Géminis es ajeno a la tierra.

El encanto de Géminis puede inducir a un pájaro a descender del árbol para aprender de él cinco canciones nuevas. Pero la mercurial inquietud de su mente puede hacer que fácilmente pase por alto el pájaro azul de la felicidad, que año tras año espera ansiosamente en su propio huerto. Prefiere los colores claros, amarillos, verdes y azules, plata y gris, y sus estados de ánimo son un reflejo de la destellante aguamarina, su piedra.

Leve de tacto, encuentra un eco en la delicada fragancia del lirio del valle, y ha inhalado la fresca promesa de los más verdes helechos en lo más profundo de la selva. Pero el frío mental de Mercurio divide a Géminis con deseos gemelos... hasta que se detiene, y espera, y escucha los latidos de su propio corazón.


viernes, 3 de octubre de 2008

EL NIÑO TAURO


De nada servirá que bajen la cabeza,
diciendo... "Ven, cariño... ";
si a mi me gusta esa persona,
iré, y si no, me quedaré aquí...

Es posible que empieces a tomar conciencie de que tu bebé recién nacido es un Toro cuando intentes vestirlo para salir con él del hospital. "Mete los bracitos en el suéter que te ha hecho la abuelita -murmurarás con ternura maternal-. ¿Por qué cierras así los puñitos y pones los brazos tan rígidos? A ver, que niño tan bueno. Vamos, a ver".

"Déjame a mí -dice tu marido-. Bueno, vamos ahora, hijo. A ver, esos brazos en las mangas. Es fácil. ¡Eh! ¿Me has oído, Charlie? Vamos, mueve los brazos. ¡Muévelos!"
Interviene la enfermera.
No se enfaden -dice-, que siempre es difícil vestirlos cuando son pequeños. Oh, que bebé tan bueno. Bien despierto, pero sin llorar ni nada".
"Sí, es tranquilo -asiente el papá-. Pero sigue con los brazos cruzados sobre el pecho y no se los puedo separar. Es tan fuerte que me cuesta movérselos".
"Creo que no quiere que le pongamos el suéter", señalas tú, con un vacilante germen de intuición maternal.
La enfermera se aproxima al Torito con eficiencia profesional.
"Déjeme a mi. Vamos, muñequito, así... en la manga. El puño primero, así es como se hace".

Y obliga al bracito a pasar por la bocamanga. De pronto, la carita del Toro se pone de un intenso color rojo-purpúreo-azulado, y se oye un lamento que hace que todas las enfermeras del piso acudan corriendo a la habitación. (Aunque mas que un lamento es un rugido. Un interno que estaba en el pasillo pensó que en el sótano había estallado la caldera.) Tu bebé Tauro anuncia así que no le gusta que le fuercen. Es una advertencia, y se repetirá.

Es el mismo ruido que oirán los vecinos cada vez que trates de obligar a tu hijo nacido en mayo a que haga algo que él no quiere. Habrá montones de problemitas, como tratar de llenar de copos de avena una boca que parece cerrada con cola, meter una férrea piernecita en un par de bragas de goma o intentar sumergir en la bañera un cuerpecito rosado y regordete que de pronto parece haberse vuelto de cemento. Perderás muchos kilos y llegarás a tener un gran dominio muscular. Las madres de niños Tauro tienen siempre músculos como Popeye, aunque su aspecto suela ser tan frágil como el de Olivia.

Aparte ser lisa y llanamente cabezas duras, los bebés Tauro son una delicia para criarlos. Los padres de niñas y varones nacidos bajo este signo comprobarán que sus hijos son mimosos y tiernos. Con su rizo en la frente, el Torito se te subirá de un salto a las rodillas para que le beses, y te dejará sin aliento con sus abrazos de oso. A tus amigos, si confía en ellos, los tratará con el mismo afecto. La pequeña Tauro hará gestos de coquetería desde su sillita alta para que le sirvan una ración más de postre. Probablemente, será la nenita de papá, a quien se le hará difícil resistirse al límpido encanto de su hija... tan difícil como se le hace a mamá acorazarse contra la tranquila dulzura de su hijito Tauro. Los niños de uno u otro sexo serán sanos y fuertes, con inclinación por el atletismo. Los varones serán bien varones, a veces la piel de Judas, alegres, fuertes y decididos. Las niñitas muy femeninas, de las que cuidan como una madre de sus muñecas, mantienen todo limpio y juegan a ser el ama de casa. A algunas les gustan los juegos de varones, y con ellos las encontrarás, trepándose a los árboles o jugando a las canicas; pero esencialmente, cuentan con todos los encantos de la feminidad para recurrir a ellos cuando quieran. Y son muchas las veces que quieren.

Ya de pequeñitos, los niños Tauro parecen, en general, más competentes que otros chicos. Para empezar, son emocionalmente estables y rara vez sufren accesos de depresión, momentos de impulsividad o tendencias exhibicionistas. Pueden ser rechazantes y obstinados, a veces mostrarse tímidos, pero en ellos no son comunes las alteraciones y dolores normales del crecimiento. La disposición de Tauro es normalmente serena y placentera. No se inquietan ni molestan fácilmente. Salvo cuando se rebelan porque se les exige demasiado, son personas tranquilas, alegres y nada imprevisibles. En ellos hay una madurez de la que carecen los niños nacidos bajo otros signos solares (excepción hecha de Capricornio y de Escorpio). Incluso los Toritos muy pequeños suelen portarse muy bien cuando hay extraños, pero si les obligas a convertirse en centro de la atención se quedarán como si el gato les hubiera comido la lengua. Déjalos que jueguen en paz en un rincón, y lo mas probable es que las visitas se queden impresionadas por lo bien educados que están.

Un niño Tauro se ocupa tranquilamente de sus cosas, y cuando sea mayorcito, será raro que te incomode con actitudes groseras y de petulancia. Sin embargo, si pones a prueba su buen genio fastidiándole (eso no lo soporta), presionándole o exigiéndole que haga algo que él está decidido a no hacer, puede volverse belicoso. La única manera de afrontar ese desafío es el amor, jamás la fuerza. Un niño Tauro a quien los mayores hayan forzado demasiado puede convertirse en un adulto callado, sombrío y cruel. Recuerda que para el Toro es imposible mantener su obstinación ante las demostraciones físicas de afecto. Un abrazo afectuoso, un beso grande y amistoso y una alegre sonrisa le inducirán a salir de su obstinación. Háblale siempre con suavidad y con 1ógica. Los gritos y las órdenes formuladas con aspereza só1o conseguirán que cierre los ojos y se tape los oídos. Es capaz de resistirse a la disciplina y a las órdenes hasta el día del juicio, pero al afecto, ni un minuto.

Aunque sea aún muy pequeño, estará lleno de sentido común. Si algo le parece razonable, lo hará, pero quiere una explicación práctica. Nada complicado: simplemente la verdad, sinceramente y sin barnices. Con decirle "Tienes que ir a acostarte ahora porque yo lo digo" no irás a ninguna parte. Para él, eso no es sensato ni razonable. En cambio, es probable que darle suavemente una explicación como "Ahora tienes que irte a la cama porque ya vamos a apagar las luces, y si no te acuestas, mañana no podrás salir a jugar porque estarás demasiado cansado" le decida a meterse entre las sábanas y disponerse a dormir. También puedes decirle: "Ahora métete en la cama calentita, con las sábanas limpitas y planchadas, que yo te arroparé con tu manta, tan suave, y te leeré un cuento. Por testarudo que se haya mostrado hasta ese momento, es casi seguro que estas palabras le convertirán en un ángel de docilidad. Como es de naturaleza muy sensual, es raro que la descripción de sensaciones no le haga vibrar una cuerda sensible. Forzarle para que haga lo que se le pide, en cambio, es tan inútil como peligroso para su personalidad futura.

Los colores y los sonidos también afectarán profundamente a su disposición y sus emociones. Adornar su habitación con colores rojos y naranjas vivos y detonantes le pondrá inquieto y obstinado. Los tonos pastel, sobre todo los rosados y todos los tonos de azul, tendrán en él efectos casi mágicos. Son niños que reaccionan visiblemente a los colores. Si estos armonizan con las vibraciones propias de su signo, se mantendrán tranquilos, si son discordantes pueden, sin exageración, lesionar su estabilidad emocional. El mismo efecto tendrán los ruidos fuertes y destemplados.

Es buena idea dar a los niños Tauro, tan pronto como sea posible, lecciones de canto o de música. Casi todos tendrán voz grave, suave y melodiosa, y muchos de ellos mostrarán considerable talento musical o vocal, que preferiblemente habrá que descubrir cuando es aún lo bastante pequeño para encauzarlo bien. Aunque no vaya a hacer de la música su profesión, a Tauro le dará placer escuchar sus propios discos en su habitación. Es posible que prefiera los clásicos a los modernos o a las canciones infantiles. Tal vez le guste dibujar y pintar, y hay buenas probabilidades de que tenga alguna verdadera habilidad artística. Asegúrate de que a tu Torito no le falten papeles y lápices de colores, que son su forma de expresión favorita.

Generalmente, los maestros encuentran que el niño Tauro es uno de los más trabajadores de la clase. A menos que haya posiciones planetarias desfavorables en su carta, los niños Tauro serán trabajadores en la escuela, aprenderán metódicamente sus lecciones y tendrán una notable capacidad de concentración. Aunque no sean estudiantes modelo como los Aries, Géminis o Acuario, tampoco son lerdos ni les dará probablemente por arrojar bolitas de papel mascado en la clase, aunque tal vez se rían si la maestra se da un pellizco en un dedo con el sacapuntas. El niño Tauro es muy obediente por lo general. Su mente trabaja en forma algo lenta, pero jamás se olvida de lo que aprendió, una vez que ha retenido un hecho o una fecha. Son chicos que por lo general superan bien los exámenes, porque se preparan escrupulosamente para ellos. Suelen ser elegidos como líderes para las actividades de grupo, debido a su respeto por el juego limpio, y también a su evidente sentido común y buen juicio.

Es posible que la obstinación de su hijo haga pasar algunos malos ratos a los padres de un niño Tauro, pero no serán muchos ni muy frecuentes. La madre de un Torito que conozco llevó un día a su hijo a la escuela y se arrepintió de no haberse quedado en casa tranquilamente. El niñito había ofendido a su maestra, declarando que lo que ella decía estaba mal. Por supuesto, el autor del libro de texto también estaba equivocado. Al otro día, su madre le llevó hasta el escritorio de la maestra, ordenándole con firmeza: "Pídele disculpas a la señorita, Sammy". Eso fue más o menos a las nueve de la mañana. A mediodía, en el despacho del director, se oyó a la madre que repetía débilmente: "Pídele disculpas a la señorita, Sammy". A última hora, cuando ya los alumnos se habían ido, el portero estaba recogiendo los cestos de papeles. Al pasar por el despacho oyó una voz extraña, lejana, temblorosa, casi espectral que hablaba dentro del santuario. "Pídele disculpas a la señorita, Sammy -decía-. Por última vez, pídeselas". A través de la puerta se oía el ruido hueco de la palmeta. Y silencio. Al día siguiente, el Torito volvía a ocupar su banco. Había sido más fuerte que la madre, la maestra y el director. Jamás se disculpó, pero hizo honor a su signo.

Una vez te hayas resignado al hecho de que nada, a no ser una grúa, podrá mover a tu hijo Tauro cuando haya clavado las pezuñas en la tierra, te sentirás feliz viéndole crecer. Es posible que su ropa absorba toneladas de polvo mientras juega con sus camiones y tractores, y te advierto que, no importa con que frecuencia se lo laves, el pelo de un varoncito Tauro huele siempre como un nido mojado, pero no es niño que pierda el boletín de calificaciones ni las canicas. Tampoco, cuando sea mayor, terminará enroscándose en un poste de teléfono con el coche de papá, por conducir demasiado deprisa. Es posible que entre a saco en la nevera y termine con el pollo frío que reservabas para la cena, o que no sea nada cuidadoso con los muebles. Pero te hará mucho bien al corazón cuando sea grande Y no se olvidará de tu cumpleaños. También tu niñita Tauro se desgarrará su ropa de domingo trepando a un árbol, o se pondrá hecha una furia si alguien le rompe una de sus preciosas posesiones. Pero te ayudará a hacer las tareas de la cocina, y siempre serás bien acogida en su hogar cuando ella esté felizmente instalada con su familia. Y de los dos tendrás probablemente nietos bien educados.

Cría a tu torito o a tu ternerita en una atmósfera de amor hogareña y cálida. Rodéalo de evidente afecto, no de una invisible alambrada de púas. No le tironees demasiado los cuernos y déjale pastar con el ritmo que él quiera. Llénale los oídos de música y los ojos de belleza, y algún día él te llenará el corazón de paz. Y hasta "la señorita" le perdonará.


LA MUJER TAURO

Recuerdo una conversación que tuve una vez con una escritora cuya madre había nacido en mayo. Mientras hablábamos de los hábitos y del carácter de sus padres, la muchacha comentó que "Mamá era una mujer alta". "entonces tú debes haber salido a tu padre", señalé, ya que la chica era de estatura mediana. Sonrió. Y jamás me olvidaré de lo que dijo. "No me refería a la estatura física. Mamá era mas baja que yo. Yo hablaba del alma". La muchacha era Piscis, el signo que ve más hacia dentro.

Tenía razón. Una mujer Tauro es una mujer alta. Aunque no llegue a medir un metro y medio, puede alcanzar la altura suficiente para hacer frente a casi cualquier emergencia en la que pueda situarla la vida. En muchos sentidos, la mujer Tauro es la sal de la tierra, una combinación de las más preciosas cualidades que todos los hombres buscan, y que rara vez encuentran. Es capaz de exhibir un genio violento que llevará a un fuerte varón a refugiarse corriendo en los bosques (o por lo menos debajo de la mesa), pero no se entregará a un acceso de cólera si no la provocan. Por lo general, si nadie la atormenta mas de lo que puede soportar un ser humano, o si el destino no le da una mano realmente muy mal barajada, será capaz de jugar con limpieza la partida de la vida, con admirable serenidad. Su candor y su sinceridad básica no conocen la dilución de las lágrimas ni otras tretas femeninas parecidas. La muchacha Tauro aventaja en valor moral y emocional a más de un recio varón, pero tiene suficiente confianza en su sexo para dejar que el jefe seas tú, si eso te gusta. Si tú no te haces cargo, es posible que tome las riendas y sea ella quien se encargue de dirigir las cosas, aunque preferiría que fuera al revés. Lo que busca es un hombre de cuerpo entero, porque sabe que ella es una auténtica mujer, y está orgullosa de serlo. Para ella, ser mujer no significa necesariamente ser una coqueta incorregible, una cabeza hueca o una gatita que se finge débil para salirse con la suya. No tardarás mucho en darte cuenta de que tiene su propia opinión, y de que es lo bastante fuerte como para no necesitar ponerse fastidiosa para conseguir su objetivo.

Generalmente, la mujer Tauro encierra en sí el autodominio suficiente para sujetar un tiro de caballos (lo que da justa idea de la fuerza oculta de su voluntad), si decide ejercitarlo. Y esperamos que así sea. Con ascendente en Aries, Leo o la Luna puede esperarse de ella alguna que otra crueldad o frecuentes tormentas emocionales, y con fuertes influencias de Piscis o de Géminis en su carta natal es posible que sea mas inquieta e indecisa, pero la típica mujer Tauro practica el dominio de sí en todos los ámbitos de la vida y casi continuamente. Y es bueno que eso ocurra, porque su exterior normalmente plácido oculta una naturaleza sensual que vale la pena investigar un poco.

Los hombres aprecian siempre su generosa tendencia a tomar a la gente como es, sin reticencias. Se siente tan cómoda con un hombre de ciencia que venga de estudiar las moscas tse tse en el Congo como con el tragaespadas del circo. Los dos hacen aquello para lo que nacieron, ninguno de los dos es un impostor, y eso es lo que a ella le interesa. Sus mejores amigos pueden ser criaturas espeluznantes arrancadas directamente del mundo de Toulouse-Lautrec, o pueden ser cuadros de Norman Rockwell que han cobrado vida. Pero siempre se tratará de seres reales, no maniquíes ni estatuas. Cuando tropieza con alguien que le disgusta, la mujer Tauro no inicia una campaña para destruirlo, ni enfrenta o desafía sus ideales y sus motivos. Lo evita, simplemente. Con sus enemigos puede mostrar una helada indiferencia, pero si tú te cuentas entre sus amigos, te será leal a través de todas las vicisitudes. Su decisión de serte fiel hará que la amistad entre Damon y Pitias parezca una relación circunstancial.

Puedes conducir un Maxwell, subir al mástil de la bandera, descuidar totalmente tu aspecto o ponerte flores en el pelo, si eres su amigo, de alguna manera ella justificará tus acciones. Hay un pequeño detalle, claro: ella espera tercamente de la otra persona su misma fidelidad ciega y su invariable lealtad. Y si a cambio de la suya no le ofreces una devoción total, puede enfurruñarse en un rincón como una triste nube gris de resentimiento acumulado.

No confundas eso con los celos, sin embargo. La mujer Tauro normal acepta el masculino deporte de mirar a las muchachas. A diferencia de las mujeres Leo o Aries, Tauro no se pondrá roja de furia cada vez que tú admires abiertamente a una chica bonita. Para encender su cólera hace falta algo más que un simple flirteo o un beso de despedida en la mejilla de una buena amiga. Si sobrepasas los límites de su idea de lo que es jugar limpio, puede llegar a ser temible, pero la línea está trazada con cierta generosidad. Realmente, tendrá que sentirse muy acorralada para que estalle con la furia típica del Toro.

Está bien, puedes hacerle un guiño a esa cajera tan bonita, pero no pongas demasiado a prueba la paciencia de tu chica Tauro. Por inagotable que parezca, tiene sus límites, y si nunca la has visto enfurecida, mejor déjalo así.

Tauro no es una mujer dominada por objetivos estrictamente mentales, sin que eso quiera decir que no sea inteligente y despierta. En cuanto a seso, está a la altura de los hombres y de las mujeres más dotadas, pero no le preocupa demasiado entender la teoría de la relatividad ni complacerse en abstracciones. Los títulos universitarios múltiples no la fascinan ni la impresionan; uno es suficiente para ganarse su respeto. Una mentalidad práctica, el sentido común y la capacidad de entender lo fundamental de cualquier tema son lo esencial en ella. Pero la típica muchacha Tauro no es una intelectual que se divierta leyendo a los filósofos, y las ideologías intrincadas no son su fuerte. Su pensamiento es práctico y sólido, sin adornos ni demostraciones de calistenia mental. Tiene los pies bien plantados en la tierra, y en sus firmes talones no hay el menor indicio de que puedan asomar alas. Es raro que las mujeres Tauro sean inquietas; no pierden ni la cabeza ni el equilibrio.

Normalmente, la perspectiva taurina es recta y segura, sin deformaciones ni distorsiones (aunque la Luna en Géminis puede provocar en ella algunos remolinos).

Es una criatura estrictamente física, lo que a ti te interesará indudablemente, pero para interesarle a ella, un objeto o una idea tiene que actuar sobre sus afinadísimos sentidos. Tauro se desentiende por completo de cosas que son "buenas para ella", que "todo el mundo hace" o que la "estimularán mentalmente". Si acudes a ese tipo de persuasión la harás bostezar. Para que reaccione con auténtico interés, ella tiene que encontrar alguna satisfacción sensual en todo lo que hace.

Es raro encontrar a una mujer Tauro acomodando en un jarrón unas cuantas flores artificiales. Para ella las flores deben ser reales y tener su propia textura o fragancia. En primavera y en otoño recogerá enormes ramos de retama y dulcamara, y en verano llenará la casa de grandes dalias y crisantemos. Su perfume será por lo común exótico y persistente, aunque algunas Tauro se inclinan en sentido opuesto y prefieren la fragancia de un cutis y un cabello limpios hasta la exageración. A las muchachas de este signo les conmueven indudablemente las sábanas recién lavadas e impregnadas del suave olor del sol, o el aroma delicioso del pan que se cuece en el horno. Les levanta el ánimo el olor del diario de la mañana, la emanación embriagadora de la hierba recién cortada después de una lluvia de primavera, la de una vela de cera al arder o el humo que se eleva de una pila de hojas otoñales. Que esto te sirva de advertencia para usar una buena marca de loción para afeitar, frotarse detrás de las orejas con un trozo de periódico húmedo, meterte una hoja medio quemada bajo la solapa y conectar el sistema de riego antes de darle el beso de las buenas noches. Los olores desagradables la afectan con la misma intensidad, aunque en sentido opuesto. No es una chica a quien le gustaría tener en su casa un zorrino, aunque lo hubieran desodorizado. No la lleves a comer pescado frito sin llevar contigo un aromatizador de ambientes. El problema está en el olor de la fritura; la fragancia del pescado fresco recién sacado del agua es otra cosa: es natural. Tampoco un establo ofenderá sus delicadas narices. Otra vez, Madre Natura. Si quieres que tu cortejo termine en un éxito olfatorio, tendrás que hacer una lista minuciosa.

También los colores exaltan sus sentidos, cuanto más intensos mejor. Todos los matices del azul te ayudarán a debilitar su resistencia, al igual que el rojo y el rosado. Cuando la vayas a visitar, ponte una corbata azul y una camisa de color rosado fuerte, pero no al mismo tiempo. Recuerda que Tauro también tiene el instinto de la armonía, y no querrás parecer un jardín de infancia mixto.

En la comida exigirá el sabor justo, y generalmente será generosa con los condimentos (a no ser que tenga ascendente en Virgo o en Capricornio). No te olvides de llevarla a lugares donde haya excelentes cocineros, porque una magra hamburguesa y una inexpresiva sopa de guisantes la dejarán emocionalmente fría. Si tienes suerte, será ella quien te invite a comer algo preparado en casa, y lo más probable será que le hayas pedido su mano antes del postre. Cuando una chica de este signo se ata el delantal, no es para preparar tostadas con canela. Siempre será buena idea, si vas a visitarla, ir con el estómago vacío. La Tauro típica puede conquistarte cocinando, y su cocina es una verdadera trampa para cazar hombres.

Los sonidos armoniosos y los efectos visuales bellos la atraen como un imán. La mayoría de las Tauro tienen notable talento para la música y el arte o saben apreciarlos, en todo caso. Es posible que sean muy buenos los dibujitos que hace distraídamente mientras habla por teléfono. Si la invitas a salir, los conciertos y las exposiciones son muy buena idea, y para una luna de miel piensa en las cataratas del Niágara o en el Gran Cañón del Colorado. La majestuosidad de la naturaleza la dejará arrobada.

Si el Niágara resulta demasiado caro, entonces llévala a un parque de diversiones. Probablemente, le encantará andar en la rueda giratoria, sintiendo el viento en las mejillas y escuchando la música del organillo. (La montaña rusa les llamará la atención a sus hermanas de Aries y de Géminis.) Es rara la mujer Tauro que nunca haya estado en una granja ni viajado por el país como autostopista, y a quien no le guste montar a caballo e ir de pesca. Con toda su sensualidad, la mujer Tauro tiene en el fondo de su corazón una vena retozona. La tierra la atrae con su llamada seductora, y ella responde echando los brazos al cuello de Madre Natura, con auténtico arrebato. Si quieres que con la misma autenticidad te abrace a ti, procura no poner música estridente, no comer ajo sin hacer gárgaras después y no vestir con colores disonantes.

Por último, está el sentido del tacto. Las mujeres Tauro son de las que se quejan de que tu pullover "raspa"; su tacto no resulta "grato". Son poco menos que capaces de decir el color de una tela, acariciándola con los ojos cerrados. Los tejidos que usen serán suaves y agradables al tacto, nunca irritantes, y lo más probable es que Tauro se vista con sencillez y buen gusto.

Su naturaleza sensual tal vez no llegue al punto de usar ropa interior de encajes y vestidos rebuscados (a no ser que haya un ascendente en Leo o Piscis, o influencia lunar). Prefiere la ropa sencilla y deportiva, los conjuntos caros pero sin exceso de adornos y detalles, y en el vestir persigue ante todo la comodidad; también en las tiendas prevalece su sentido práctico. Si en su carta natal es fuerte la influencia de Acuario, es posible que alguna vez se chifle un poco por los trapos, pero incluso en esas ocasiones lo que elija servirá a algún propósito utilitario.

A medida que la conozcas mejor, te darás cuenta de que esta muchacha puede ser una torre de fuerza. Rara vez se muestra exigente, salvo en lo que se refiere a lealtad, y su disposición es generalmente estable, terrenal y agradable. A la gente le encantan sus modales fáciles y directos; Tauro es tan calmante como un baño templado. Y probablemente a ella le gusten los baños templados, con montones de aceites, lociones y burbujas. Es frecuente que el cuarto de baño de una mujer Tauro parezca el apartamento privado de Cleopatra, y uno puede esperar ver aparecer un esclavo con un abanico de hojas de palmera.

Tal vez tengas que aprender por dura experiencia que a una mujer de este signo no le gusta que la contradigan, especialmente en público; pero eso puedes evitárselo teniendo presente las características de su signo solar. Recuerda que le gusta hacer las cosas con lentitud. Si la urges o la presionas se irritará, y no es prudente hacer irritar a una mujer Tauro. Su tiempo puede ir desde lento a deliberado y persistente; es raro que se muestre impulsiva, pero si la pinchas puede llegar a ser violenta.

La maternidad le sienta a las mil maravillas. Se adecua armoniosamente a su disposición serena y combina a la perfección con lo bovino de su naturaleza. Tauro es tierna con los bebés y adora a los chiquillos, pero a medida que crecen, tiende a mostrarse demasiado estricta y exigente con los niños. En las mujeres Tauro hay una vena de inflexible terquedad que hace que les resulte difícil aceptar los múltiples y confusos cambios de la adolescencia. La madre Tauro se enoja cuando no se respeta su disciplina. No aguanta desobediencias ni desafíos, que despiertan toda la furia del Toro. También se le hace difícil tolerar la ociosidad o el desaliño, de modo que lo más probable es que los chicos aprendan a mantener la pulcritud en su cuarto.

El amor de este signo por la belleza y la armonía impide que los nativos acepten con calma la falta de esmero y la dejadez.

Hijos desordenados y casa desarreglada pueden hacer que la madre Tauro lo vea todo rojo. Fuera de estas peculiaridades, será probablemente buena madre y, con los años, sus hijos encontrarán en ella más bien una amiga que una imagen materna. La mayoría de los retoños de una mujer de mayo la recuerdan como una madre cálida y maternal durante sus años de infancia, y una compañera con gran sentido del humor con el correr del tiempo. Los años intermedios, aquellos en que la impaciencia juvenil choca con la firme determinación del Toro, pueden dejar algunos recuerdos desagradables. Pero la madre Tauro defenderá leal y valientemente a sus hijos de los peligros externos y les enseñará a imitar su propia honradez y valentía.

Las mujeres Tauro jamás son remilgadas. Es raro verlas llorar o quejarse. Son las mujeres que sin decir palabra se ponen a trabajar hasta que el marido termine sus estudios de medicina o toman un trabajo para hacer en casa si la familia pasa temporalmente por una crisis financiera. Pese a la lenta deliberación de sus movimientos y a su frecuente necesidad de descanso, las mujeres Tauro no tienen nada de holgazanas; trabajan con empeño. Son capaces de treparse a una escalera para rascar o pintar las paredes con la fuerza de un hombre, pero necesitan de una siesta por las tardes, para recuperar fuerzas. Tauro marcha orgullosamente junto a su hombre, y es raro que intente dejarlo atrás o cobijarse en su sombra. Más de una mujer Tauro ayuda en sus estudios a su marido, si él está siguiendo cursos especiales en su carrera profesional, o le pasa a máquina la correspondencia comercial que él trae de su despacho. En estas cosas, es una compañera excelente. Las Tauro jamás esperan que las mantengan sin aportar algo, y se sienten muy mal con un hombre que a su vez no aporte, aunque tratan de soportar la situación del mejor modo posible. A las mujeres Tauro les disgustan todas las formas de debilidad.

Su impasibilidad ante el dolor o el estrés emocional es casi milagrosa, y en ocasiones supera incluso a la de la mujer Escorpio. Recuerdo una escena que presencie una vez en un hospital. A una mujer Tauro la llevaban al quirófano para una intervención, grave hasta el punto de que sus posibilidades de sobrevivir a la operación eran muy pequeñas, y ella lo sabía. Era un riesgo calculado. Mientras el marido miraba como la ponían en la camilla de ruedas en que la llevarían hasta la sala de operaciones, ella se dio cuenta de que tenía los ojos llenos de lágrimas, pero no hizo el menor comentario. En cambio, empezó a hacer bromas, hasta conseguir que las enfermeras, e incluso el médico, sonrieran. Lo último que le oyó decir su familia mientras los enfermeros procuraban entrar la camilla en el ascensor fue algo típico de Tauro. En vez de dirigir a sus seres amados una patética mirada de despedida, se apoyó en un codo para decir enérgicamente a los enfermeros: "Antes de volver a ponerme sobre este armatoste, consigan un poco de aceite para engrasar las condenadas ruedas". Una mujer Tauro jamás deja que los sentimientos anulen su sentido práctico.

Quien se case con una mujer nacida en mayo no se casa con un bebé llorón ni con una buscadora de oro. Tauro espera que él se ocupe de ella y administre con sensatez la economía de la familia. Y cuando se trata de muebles y de comida, espera la mejor calidad, pero también está alerta a las gangas y es capaz de esperar para tener los lujos que anhela.

Dado su instinto de estabilidad, no le resulta atractiva una fortuna rápida y sin cimientos firmes. Prefiere ver que construyes cuidadosamente, de cara al futuro. Para ella es importante producir buena impresión, y son muchas las Tauro que respaldan al marido en su búsqueda de seguridad, invitando a cenar a gente influyente. Una esposa Tauro es el espíritu de la hospitalidad.

Es de las que se quedan en vela noche tras noche, cuidando a un niño enfermo, y ruegan por su salud con una fe sólida como una roca, y de las que tiernamente pueden devolver la esperanza a un hombre a quien el mundo ha golpeado, infundiéndole confianza con su propia intrepidez. Es tan confiable y predecible como un reloj de pie, tan capaz de arreglar una tubería rota o de cambiar un fusible quemado como de hornear un pastel de cerezas o coser un botón. En su corazón hay siempre lugar suficiente y amor bastante para acoger en su hogar a amigos y extraños, y su casa será un puerto para quien acaba de salir de una tormenta. Como decía mi amiga, las Tauro son "mujeres altas".